Las versiones retro están haciendo furor en el mercado de las dos ruedas. Desde Ducati a Yamaha con una linea propia de clásicas, Triumph, Moto Guzzi, o las interpretaciones de BMW sobre su Nine-T, etc, los diferentes constructores proponen variantes con la última tecnología, pero con una preciosa y evocadora imagen de otros tiempos. Suzuki es la última en incorporarse a esta moda con dos bellísimas interpretaciones sobre la última evolución de su equilibrada SV 650, la Scrambler y la Cafe Racer.

Comenzando por la primera, una creación del importador francés de la marca, definiremos en concepto Scrambler que no es más que la adaptación de una moto de carretera al campo, para poder transitar por caminos no asfaltados o muy deteriorados, etc. Así, se monta un manillar más alto, una placa portanúmero y una rejilla de protección en el faro. Un asiento más bajo y bellamente tapizado en cuero marrón y unos neumáticos de supermotard completan un precioso conjunto en el que no faltan detalles como guardabarros corto, protecciones de radiador o cadena, estriberas sin goma, etc. Técnicamente no hay cambios -ni falta que hace-, conservando el mismo motor, escape y suspensiones.

En el caso de la Cafe Racer se monta un sillín deportivo, unas placas porta número frontal y laterales y unas manetas acabadas en negro, con lo que, por sólo 7.150 euros tendremos nuestra versión clásica sobre la polivalente bicilíndrica de 76 CV, una moto perfecta para el uso diario, ligera, fácil de conducir y, ahora, mucho más atractiva.