Altamente tecnológico, el modelo más grande y exclusivo del constructor sueco es un digno rival dentro de su sofisticado y lujoso segmento. Para ello dispone de un interior enorme, rematado con los mejores materiales que monta la casa, y todo ello envuelto en una carrocería de 4,96 metros de longitud.

La gama queda configurada con tres variantes diésel de 150, 190 y 235 CV (D3, D4 y D5, respectivamente) y dos de gasolina con 254 y 320 CV (T5 y T6, respectivamente). En breve llegará el tope de la familia, el híbrido T8 Twin Engine de 407 CV. Nos centramos en esta ocasión en la opción diésel intermedia D4, que permite elegir entre un cambio manual de seis relaciones o el automático de ocho, y también se puede adquirir con tracción delantera o total. La combinación que hemos elegido pone en juego a este excelente motor con la caja de ocho relaciones y la tracción sencilla al tren delantero.

El S90 D4 tiene un precio de partida de 46.960 euros (manual y 4x2). Nuestro D4 automático parte desde los 49.380 euros y su motor de 190 CV tiene una respuesta suficiente para cualquier uso, además hasta permite una conducción rápida gracias al cambio automático que reacciona con celeridad ante nuestros requerimientos. El bloque tiene dos litros de cubicaje (como en el resto de la gama, incluídos los más potentes) y funciona con mucha suavidad y sin vibraciones. Los tres modos de manejo cambian las reacciones del motor, al tiempo que endurecen la suspensión opcional adaptativa y varían las ayudas electrónicas, retrasando o adelantando las transiciones del cambio automático.

En el apartado del gasto, la enorme berlina de casi cinco metros y más de 1.800 kg de peso, se contenta con una media de 4,4 litros en condiciones de homologación. Obviamente sube en nuestras mediciones, rondando los seis litros, un valor ciertamente bueno para este tipo de vehículo.

En su amplio interior nos llama la atención lo cómodo que es el puesto de conducción. Los materiales son magníficos y el diseño del salpicadero es limpio y diáfano gracias a que la pantalla táctil (dispuesta en sentido vertical) realiza la mayoría de las funciones. Detrás nos parece aún más amplio por el hueco grande para las piernas y la anchura disponible. Además el ángulo del respaldo de esa fila trasera permite hacer muchos kilómetros sin fatiga. El maletero tiene 500 litros de capacidad, es profundo, pero no hay que salvar mucha altura a la hora de meter objetos voluminosos, lo cual es una ventaja.

La tecnología que se ha empleado para ayudar al conductor abruma, destacando el ´Pilot Assist´, que nos mantiene dentro del carril a la

velocidad fijada, frenando si el vehículo que nos precede lo hace. Puede guiar el coche en curvas, pero se desconecta al cabo de unos segundos por seguridad si detecta que el conductor no toca el volante. Hay más sistemas de seguridad, como el haz de luz adaptativo de las ópticas de Led que consigue alumbrar el máximo posible sin molestar a los que vienen de frente; también tenemos otro asistente para aparcamiento y maniobras a baja velocidad con cámaras periféricas, además del reconocimiento de señales de tráfico, la advertencia de una posible colisión o el avisador de vehículos en los ángulos muertos.

Hay tres acabados para nuestro Volvo D4: Momentum, Inscription y R-Design. De serie y desde el acceso encontramos llantas de 17 pulgadas, pantalla para el equipo multimedia y navegación de 8 pulgadas, cuero, climatizador doble...

En resumen, el Volvo S90 D4 es una berlina de lujo, con toda la tecnología de la marca (que es mucha) y todo el refinamiento de los grandes modelos que siempre ha sabido hacer el fabricante sueco. Repasando costes, con este motor diésel de 190 CV, capaz y solvente, cuesta desde 46.960 euros; si lo preferimos con el eficiente cambio automático, el precio de partida sube a 49.380 euros, y con la tracción total vale desde 53.960 euros.