La gama Outlander se actualizó el pasado año con más dotación, rejuveneciendo su aspecto y sumando una nueva versión de gasolina como acceso a la gama. Éste último se denomina 200 MPI y se une al acabado Motion (hay dos en la gama, Motion y Kaiteki), con una caja de cambios automática y tracción a las ruedas delanteras. Consume una media homologada de 6,2 litros de gasolina por cada 100 km (un valor muy contenido para un vehículo de este porte) y tiene un precio de partida desde 23.400 euros. Esta versión se configura con cinco asientos y, pese a ser el inicio al modelo, para nada aparece espartana y escasa de dotación. Más bien al contrario, porque la última actualización situó al ambiente Motion ya con un nivel de elementos envidiable, como destacamos aparte.

El otro Outlander térmico es la versión diésel 220 DI-D con 150 CV. Tiene un precio de partida de 25.400 euros y más posibilidades, tanto en su habitáculo, de cinco o siete asientos (1.000 euros más), como de tracción, con la sencilla al eje anterior o integral inteligente. Se puede asociar a una caja manual de seis relaciones, además del afinado cambio automático del mismo número de marchas, que implica también la tracción total. Con esta última combinación gasta una media de 5,8 litros por cada 100 km (5,3 litros con tracción 4x4 y caja manual y 4,9 litros con tracción 4x2).

Por su parte, el Outlander PHEV es el todocamino híbrido enchufable más asequible del mercado, con su precio de partida de 39.920 euros, un coste muy razonable teniendo en cuenta la enorme carga tecnológica a bordo y que su nivel de equipamiento es el más alto (Kaiteki).

En su parte motriz, el sistema híbrido de 203 CV usa un motor de gasolina de 121 CV, unido a dos propulsores eléctricos (uno delantero y otro trasero) de 82 CV cada uno. Así, el Outlander PHEV se puede impulsar, bien con la energía de su batería de 300 V. y 12 kWh que mueve los motores eléctricos, bien con la del gasolina, o bien con los tres propulsores a la vez. Un generador de 70 kW proporciona electricidad para que los acumuladores se recarguen (también obtienen energía cuando el coche va frenando), y éstos también se pueden cargar mediante una toma de corriente. En ese caso, el tiempo de espera varía en función de las características de la red: entre 5 horas para una toma estándar doméstica, o 3,5 horas para una toma adaptada de 16 Amperios. Con un poste especial puede tardar media hora para llegar al 80 % del total del nivel.

El Outlander PHEV arranca en modo eléctrico, y recorre unos 52 km (si los acumuladores están bien cargados), por debajo de 120 km/h. A partir de esa autonomía ya trabaja en modo híbrido para proporcionar un rango de hasta 818 km. Se puede optar también por un modo que fuerza la recarga para un mayor uso eléctrico posterior u otro que intenta mantener el nivel de los acumuladores. Otra de las ventajas de su diseño es que el PHEV tiene tracción total inteligente.

Este sistema tan sofisticado consigue que el Outlander híbrido consuma una media de 1,8 litros de gasolina cada 100 km, aunque en este tipo de vehículos se tienen en cuenta los ciclos de funcionamiento en eléctrico de cara a su homologación, de ahí esas cifras tan bajas.

La gama Mitsubishi Outlander cubre varias posibilidades de motorización, tiene unos precios muy ajustados y monta un número de elementos de dotación de serie difícil de igualar por sus contrincantes.