Puesto al día hace un par de años, el ´SUV´ medio de Mazda es una opción distinta y muy válida frente a los contrincantes de su poblada categoría. Para empezar, muestra un diseño muy personal y atractivo, fiel al estilo de la marca, que no le hace pasar desapercibido en el tráfico urbano. Por su longitud (4,55 metros) ofrece mucho espacio interior, incluso en la bancada trasera, donde tres personas pueden viajar cómodamente, y además su maletero destaca con sus 463 litros. La actualización de 2015 ha hecho ciertos cambios en el diseño interior, como la consola central más ancha que incluye el freno de estacionamiento por botón; la pantalla de 7 pulgadas, que forma parte del sistema multimedia ´MZD Connect´, y se controla a través del mando multifunción situado entre los dos asientos, y también hay más huecos para dejar objetos. Los revestimientos tienen más calidad, se ha aumentado la cantidad de material insonorizante y el mullido de los asientos es más confortable. Más cambios que no se ven, pero que son palpables al conducir, son las modificaciones en los esquemas de suspensiones para mejorar el guiado y la comodidad a bordo.

La gama se articula en torno a dos motores de gasóleo de 150 y 175 CV y tres de gasolina de 160, 165 y 192 CV. Hay opciones con cambios manuales o automáticos y también puede contar con la tracción total. Nosotros nos vamos a centrar en el diésel de 150 CV y en el gasolina de 165 CV, porque conforman una versión muy interesante y completa llamada Black Tech Edition.

La nueva versión Black Tech Edition está disponible con el propulsor de gasolina 2.0 l. SKYACTIV-G de 165 CV y cambio manual de seis velocidades, y el diésel 2.2 l. SKYACTIV-D de 150 CV, tanto con la caja de cambios manual o la automática de seis relaciones. Todas las motorizaciones para este acabado están asociadas a la tracción delantera.

La variante de gasolina de 165 CV tiene un consumo homologado de 6 litros por cada 100 km, con una punta de velocidad de 200 km/h y una aceleración hasta los 100 km/h desde parado de 9,2 segundos. Por su parte, el propulsor diésel de 150 CV consume una media de 4,6 litros por cada 100 km y una velocidad máxima de 202 km/h. El ´cero a cien´ lo hace en 9,2 segundos. La misma mecánica asociada a la caja automática consume 5,3 l/100 km, hace una velocidad punta de 198 km/h y acelera hasta los 100 km/h desde parado en 10 segundos.

En cuanto a la dotación de este ventajoso acabado Black Tech Edition, consiste en todo el listado de la versión intermedia Style+ (por debajo queda el Style y por encima el tope de gama Luxury) más una serie de elementos de primer nivel, como las llantas de 19 pulgadas, los faros de Led para todas las funciones con haz de luz adaptativo, el equipo de sonido BOSE con nueve altavoces y manos libres Bluetooth, el sistema multimedia con navegación ´MZD Connect´ con pantalla táctil de 7 pulgadas, la cámara de visión trasera con sensores de aparcamiento y el acceso y el arranque sin llave, entre otros. Para la seguridad, el Mazda CX-5 Black Tech Edition incluye varios dispositivos del sistema i-ACTIVSENSE, además de la asistencia a la frenada en ciudad (SCBS), junto al avisador de ángulos muertos y el detector de tráfico trasero.