Las variantes Cross Country llevan casi 20 años en el mercado, siempre asociadas a vehículos robustos, de excelente acabado y aptos para varios escenarios y diferentes condiciones meteorológicas. Así, fruto de los últimos avances de la marca en cuanto a eficiencia, efectividad y ayudas a la conducción, llega ahora el V90 Cross Country, la versión más montaraz del familiar de representación sueco.

El nuevo Volvo V90 Cross Country va más allá de una mera apariencia. Gracias a los 21 centímetros de altura al suelo, a la tracción total permanente y a las protecciones de la zona inferior de los paragolpes y taloneras, el modelo sueco puede salir a pistas de tierras con éxito. Su catálogo mecánico conjuga la flor y nata de los propulsores del fabricante, segmentando la gama en dos diésel (D4 y D5 con 190 y 235 CV respectivamente) y otros dos de gasolina (T6 y T6 de 254 y 320 CV respectivamente). Como ya hemos mencionado, la tracción total permanente es de serie en todas las variantes, al igual que el cambio automático de ocho marchas, excepto en el diésel menos potente, que

se puede elegir también con un cambio manual de seis relaciones.

Su interior destaca por el espacio holgado en todas sus plazas, gracias al tamaño del vehículo, pues mide 4,94 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,54 metros de alto. También sobresale por la elevada calidad de sus materiales y acabados, que le coloca por derecho propio entre los más destacados vehículos ´premium´ del mercado. En la línea práctica del formato está el maletero de 560 litros, muy aprovechables para la carga por sus formas interiores.

En cuanto a la dotación, incorpora los últimos avances de la marca en ayudas a la conducción y seguridad, entre los que destaca el sistema que intenta evitar que el coche no se salga de la vía y minimiza los daños a los ocupantes en caso de accidente, además de los ya vistos, como el reconocimiento de señales, el control de velocidad activo, el aparcamiento asistido o la frenada de emergencia. Para completar el listado, existen varios elementos específicos para esta versión Cross Country, como el control de descenso de pendientes y el modo de conducción que varía algunos parámetros del coche para ir por campo.

Los precios parten desde los 56.873 euros del D4 en diésel y desde los 60.967 euros del T5 en gasolina. La marca ya está abierta a pedidos y las primeras unidades estarán listas para dentro de un par de meses.