El nuevo Elantra tiene una longitud de 4,57 metros y se vende con un motor de gasolina de 1,6 litros y 128 CV y un diésel de también 1,6 litros con 136 CV. Las cajas de cambios son manuales de seis marchas en ambos casos, pero el de gasóleo puede asociarse a una automática de doble embrague de siete relaciones. Esta es precisamente la versión probada esta semana, una combinación muy interesante que facilita la conducción, ahorra carburante y no dispara el precio de adquisición.

Exteriormente el Elantra es llamativo; situado justo por debajo de la berlina i40, el nuevo sedán destaca por su perfil afilado que consigue un coeficiente aerodinámico de 0,27. Delante luce la vistosa parrilla hexagonal característica de la casa, combinada con unas ópticas rasgadas que incluyen las luces de día con Led. Detrás también los pilotos son de Led y la tapa del maletero, aunque no abra la luneta (es un sedán de cuatro puertas), deja hueco suficiente para meter objetos grandes. La capacidad de carga es de 458 litros. El resto del habitáculo es muy amplio, incluso en la fila trasera y delante el conductor tiene todo a la mano y la información de los instrumentos es completa y legible.

El motor diésel elegido casa muy bien con la caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones opcional. Este conjunto mecánico convence por su facilidad de uso, respuesta decidida, que supera las expectativas de su poder anunciado y encima apenas se escucha. El cambio DCT supone un sobrecoste de unos 1.850 euros a igualdad de acabado, pero lo recomendamos por su manejo y respuesta. No da tirones y realiza las transiciones con bastante rapidez.

En marcha la carrocería va bien sujeta, incluso en apoyos fuertes (aunque está orientado a una conducción más bien tranquila), y la respuesta del propulsor es alegre incluso a pocas vueltas. Al volante se nota ligero, cambia de trayectoria con facilidad y agarra bien sin inercias que compliquen la trayectoria. Redondea el producto un gasto muy contenido, 4,1 litros de media homologada (4,5 litros con cambio manual, otro aliciente para comprarlo automático). Rondamos nosotros los 5,5 litros en un uso mixto con buena parte en ciudad, lo cual es un valor muy bueno.

Hay tres niveles de acabado para el Elantra. De serie, el nivel ´Klass´ incluye elementos como luces de marcha diurna, sensores de neumáticos, ayuda al arranque en pendientes, equipo de audio con conexiones auxiliares y manos libres, sensor de luces, programador de velocidad, ordenador de viaje y aire acondicionado. El acabado intermedio Tecno suma a lo descrito llantas de 17 pulgadas, detalles cromados en el exterior, luces de día con Led, pantalla táctil de 5 pulgadas, cámara trasera, sensor de lluvia, retrovisores de plegado eléctrico, sensor de aparcamiento trasero y climatizador doble con salidas de ventilación traseras. Por último, el nivel de referencia Style remata el conjunto con techo solar, faros de xenón, pilotos traseros de Led, asiento del conductor con ajustes eléctricos, tapicería de cuero, airbag de rodilla para el conductor, pantalla a color dentro del tablero de instrumentos, avisador de ángulos muertos, sensores de aparcamiento delanteros, acceso y arranque sin llave y apertura de la tapa del maletero sin usar las manos.

El precio de partida para este motor diésel es de 21.825 euros; si se prefiere con cambio manual, tiene que ser a partir del nivel Tecno por 25.475 euros.

El buen momento que atraviesa Hyundai no sólo se refleja en una completa y renovada gama (este mismo año aún veremos más novedades, como el Génesis, el Ioniq o los H350), que se vende muy bien en nuestro mercado, sino también en una red muy consolidada cuya rentabilidad se cerró el pasado año en un brillante 2,8 %, un punto por encima de la media. Las 1.000 unidades que la marca espera vender este año de su nuevo Elantra, contribuirán a alcanzar las 50.000 matriculaciones que se han propuesto como objetivo y que supondrían un incremento del 13 % sobre el año pasado, creciendo una vez más por encima de un mercado cuyo aumento estiman en un 10 %.