El MINI Clubman es un producto muy ambicioso con el que la marca quiere ofrecer un vehículo polivalente que perfectamente pueda servir como único coche familiar. De paso busca desmarcarse de los contrincantes generalistas atacando directamente a los poderosos Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes-Benz Clase A, y además en su terreno: calidad por encima de todo, refinamiento mecánico y mucha tecnología. Tiene esas cualidades, y en una transformación asombrosa sobre la generación anterior, con la que no tiene nada que ver, crece hasta los 4,25 metros para permitir un interior más habitable y un maletero de 360 litros, ampliables hasta 1.250 litros abatiendo los asientos. Por el camino abandona la configuración asimétrica de sus accesos para ganar en practicidad. Si el anterior tenía una sola portezuela detrás más pequeña, en el lado del acompañante para las plazas traseras que se abría en sentido opuesto, ahora, el nuevo Clubman adopta un concepto menos rompedor, pero más civilizado y funcional por sus dos puertas traseras de apertura normal, y mantiene el portón de doble hoja del maletero, que se abre en compás hacia los lados. Este movimiento puede ser automático (con un resorte en cada hoja) deslizando un pie por debajo de la trasera.

En lo que respecta a las mecánicas, el MINI Clubman monta tres motores diésel con 116 CV (One D), 150 CV (Cooper D) y 190 CV (Cooper SD) y otros tres de gasolina, uno de 102 CV (One), otro de 136 CV (Cooper) y el más potente de 192 CV (Cooper S). Los One, One D y Cooper son bloques de tres cilindros y el resto son de cuatro. Las cajas de cambios son de seis relaciones de serie, con la opción de cambios automáticos de seis marchas para los motores de tres cilindros y de ocho velocidades para los de cuatro. Como es habitual en la gama y, para no ser menos que sus hermanos, el Clubman también tendrá en un futuro una versión John Cooper Works y antes algunas mecánicas se podrán combinar con la tracción integral.

La carta de dotación está ajustada a las tecnologías más actuales, por eso podemos encontrar en él elementos como el sistema ´MINI Driving Modes´, con el que podemos ajustar la respuesta del coche entre varios perfiles, llantas de hasta 19 pulgadas, suspensión de dureza variable o el nuevo y completo sistema de infoentretenimiento de la marca.

Nuestro protagonista de hoy, el Cooper D Clubman de 150 CV tiene una potencia de sobra para cualquier requerimiento, no en vano es la motorización que BMW usa en muchos de sus modelos, como los 118d, 218d o la berlina 318d. Su respuesta es tan buena, que no se nos antoja llegar a la versión superior diésel de 190 CV, a no ser que demandemos mayor aceleración o vayamos a ir más cargados habitualmente. El sobreprecio de éste último es de 2.500 euros. Aun así, nuestro Cooper D de 150 CV tiene unas prestaciones más que sobradas y además no descuida el gasto, pues homologa una media de 4,1 litros por cada 100 km. La caja de cambios asociada, manual de seis marchas, tiene un tacto muy preciso, que invita a jugar con la palanca. Además sus recorridos son cortos y se encuentra a la mano. Conviene saber que la opción automática, por unos 2.000 euros, es muy interesante por la comodidad que aporta a la conducción.

En marcha se siente el afamado tacto de ´Kart´, que no se ha perdido en el nuevo compacto. Nos ha gustado la precisión de la dirección y el tarado de las suspensiones que deja sentir el terreno por el que vamos sin por ello castigar a los de dentro.

El Cooper D Clubman es potente y muy práctico dentro de la familia MINI sin renunciar al ´glamour´ de los modelos del fabricante. Nuestra versión diésel de 150 CV comienza a venderse a partir de los 28.400 euros.