La firma de Martorell da una vuelta de tuerca más a su modelo más potente, elevando su poder 10 CV y descatalogando la versión de 265 CV. De esta manera, el nuevo León Cupra está disponible con una única variante de 290 CV en las tres carrocerías de tres puertas (SC), cinco y familiar (ST). El precio de los dos primeros formatos es de 34.050 euros y 1.000 euros cuesta más el familiar, aunque con las promociones y sumando el Plan PIVE, los precios parten desde unos más que interesantes 29.160 euros.

Con una estética deportiva pero refinada, el León Cupra se distingue de sus hermanos de gama por unas llantas de 19 pulgadas, las pinzas de freno, varios aditamentos aerodinámicos y, cómo no, el apellido ´Cupra´ en mitad del portón trasero. Dentro se desmarca por la posibilidad de adquirirlo con asientos de tipo baquet, los pedales de alumino y varios detalles decorativos.

En lo mecánico, el León Cupra monta un fantástico propulsor de dos litros de cilindrada con turbo que rinde 290 CV y un par de 350 Nm desde sólo 1.700 rpm. Las prestaciones hablan por sí mismas: acelera desde parado hasta los 100 km/h en 6 segundos y la velocidad punta está limitada electrónicamente a 250 km/h. Hay dos cajas de cambios para elegir, la de serie, manual de seis marchas y una de doble embrague ´DSG´, también de seis (muy recomendable) por unos 2.100 euros más.

Teniendo en cuenta sus reacciones al acelerador, sorprenden sus cifras de consumo, que son muy relajadas para un deportivo de estas características: homologa una media de 6,7 litros por cada 100 km (6,4 litros con el eficiente cambio DSG).

En nuestra toma de contacto, que llevamos a cabo en el circuito de Terramar, un trazado olvidado y mítico en la provincia de Barcelona, el León más radical, dotado con el cambio automático, demostró todo su enorme poderío. Tomar como punto de partida al compacto de SEAT es un valor seguro, porque destaca en su categoría por comportamiento, espacio y dotación. A partir de ahí, el Cupra suma sensaciones deportivas que no lo hacen incompatible con un uso diario. En conducción normal es agradable, gracias a la caja de cambios automática de doble embrague, que incluye modo secuencial con levas en el volante. A bajo régimen, el motor emite un leve ronroneo y el cambio DSG intenta engranar la relación superior para mejorar el consumo. Esto en lo que respecta al modo de manejo ´Confort´ del sistema ´SEAT Drive Profile´ (de serie), en el que un botón en el salpicadero permite cambiar los perfiles de conducción entre el ya mencionado y los ´Sport´, ´Individual´ y ´Cupra´. Así, la respuesta al acelerador, las leyes de gobierno de la caja automática y las suspensiones (son adaptativas, también de serie), se pueden variar para adecuarlos a cualquier momento y trazado.

Puestos a enseñar los dientes, y este León los enseña muy bien, el Cupra demuestra su valía de una forma que puede hacer palidecer a algunos deportivos de mayor precio y potencia, y todo ello acompañado de un sonido más trabajado y sugerente tras la última actualización. Casi sorprende más por la puesta a punto de su bastidor que por las reacciones de un propulsor magnífico, que sube de vueltas como un demonio, desde la zona baja hasta el corte en las 6.500 rpm. La unión con el cambio automático es perfecta, por lo que lo recomendamos teniendo en cuenta el alto nivel del coche. Además con esta opción se le añade el sistema de arrancadas ´Launch Control´, cuyo efecto es el de conseguir la máxima aceleración saliendo desde parado, permitiendo cierto derrape en las ruedas. Noble de reacciones, hace gala de una motricidad hasta ahora desconocida para un coche de tracción delantera. A ello ayuda (y de qué manera) el autoblocante electrónico en el eje anterior, muy evolucionado, que es capaz de repartir el par entre las ruedas de ese eje para maximizar el agarre. La suspensión fomenta la pisada firme, pero en sus niveles más deportivos no resulta del todo incómoda. El placer de trazar curvas en tramos sinuosos es para recordar. Encima, pensando en conductores menos diestros, el coche acompaña y perdona errores, por el eje trasero casi imperturbable y una dirección que dice lo que hay debajo y ordena y manda en la trayectoria del vehículo. Los frenos no defraudan, detienen el coche antes de lo que pensamos, y además no dan muestras de mucha fatiga cuando se les pide demasiado.

El SEAT más potente de la historia tiene un equipamiento del más alto nivel. De serie, además de los elementos que hemos mencionado ya (amortiguadores de dureza variable o el sistema que cambia los modos de conducción), tenemos los faros de Led´s para todas las funciones, las llantas de 19 pulgadas, el sistema multimedia con navegación y pantalla táctil de 5,8 pulgadas (´Media System Plus´ con ocho altavoces y controles por voz), el climatizador doble, los siete airbags (incluido uno de rodilla para el conductor), o el control de velocidad entre muchos otros. El listado se puede completar con varios paquetes que visten al Cupra con opciones como las pinzas de freno Brembo de cuatro pistones, el asistente de cambio de carril involuntario, el reconocimiento de señales, la velocidad adaptativa con radar, el techo solar o el sistema multimedia mejorado con una pantalla de 6,5 pulgadas.