La actual generación de este superventas, lanzada en 2014, ha mejorado en todos los aspectos, especialmente en equipamiento, calidad a bordo y confort de marcha. Está disponible con dos motores diésel (1,5 l. de 110 CV y 1,6 l. de 130 CV) y otros dos de gasolina (1,2 l. de 115 CV y 1,6 l. de 163 CV), que se unen de serie a un cambio manual de seis relaciones. En opción hay una caja automática de seis velocidades para el gasolina de acceso de 116 CV y para el diésel más potente. Éste último también puede disponer en opción de la tracción integral inteligente de Nissan ´All-Mode 4x4-i´. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar la variante más potente de gasóleo, que va dotada de un motor muy solvente, de prestaciones sobradas sin un consumo muy elevado. Se complementa bien con el cambio manual y la tracción sencilla a las ruedas delanteras.

Más largo y más ancho sobre la generación precedente, hasta un total de 4,37 y 1,81 metros respectivamente, el habitáculo resulta más habitable, sobre todo en la fila trasera, además se han dispuesto más huecos repartidos por el interior para guardar toda clase de objetos. El maletero, de unos 440 litros de capacidad, tiene una bandeja que permite modular la carga según la necesidad. Delante, la postura de conducción ha ganado en ergonomía e información, porque se incluye de serie una pantalla a color de 5 pulgadas en el cuadro de mandos personalizable, en la que aparecen datos del ordenador de viaje, radio o navegación. Hay otra pantalla más grande (7 pulgadas) en el salpicadero con el ´NissanConnect 2.0´, que suma a las habituales funciones multimedia, la posibilidad de acceso a internet para, por ejemplo, planificar las rutas desde casa y dejarlas configuradas a la hora de coger el coche.

El ´Safety Shield´ (escudo de protección) que se presentó en el nuevo Note está presente en el Qashqai, e incluye un detector de fatiga para el conductor, un dispositivo preventivo de colisiones frontales, el reconocimiento de señales de tráfico y un sistema de aparcamiento inteligente. También el chasis controla con sensores electrónicos su balanceo y trayectoria en carretera para mejorar la estabilidad.

En marcha, las soluciones implantadas mejoran significativamente la dinámica, y destaca además el propulsor, que tiene tal respuesta que no echamos en falta más poder incluso con carga. El 1.6 l. diésel anima al Qashqai con unas reacciones destacables y sin producir apenas ruido y vibraciones. Es contundente a partir de medio régimen y estira en la zona alta por si hay que sacar todo su potencial. Sus registros no están nada mal en una carrocería de más de 1.500 kilos: 190 km/h y 9,9 segundos para llegar a los 100 km/h desde parado. En materia de gasto homologa una media de 4,4 litros por cada 100 km. Ayuda en este sentido el sistema de arranque y parada ´Start&Stop´, de serie en toda la gama y un dispositivo inteligente que abre o cierra la parrilla delantera para mejorar la aerodinámica si no hace falta mucha refrigeración.

Hay cuatro acabados disponibles: ´Visia´, ´Acenta´, ´N-Tec´ y ´Tekna´. De serie, el Qashqai monta elementos como luces de marcha diurnas con Led´s, aire acondicionado, seis airbags, control de velocidad, asistente al arranque en pendientes, freno de mano eléctrico, indicador de presión de ruedas o el ordenador de viaje. Subiendo de nivel aparecen las llantas de más pulgadas (hasta de 19 pulgadas), el techo solar de gran tamaño, el sistema multimedia ´NissanConnect 2.0´ con la pantalla de 7 pulgadas ya citada, el aparcamiento autónomo, el escudo de protección, la climatización doble, la tapicería de piel, las cámaras de 360º para como ayuda para estacionar, las ópticas de Led´s para todas las funciones y las barras en el techo, entre muchos otros elementos.

Con un precio que parte desde los 24.700 euros (sin contar descuentos), el Qashqai 1.6 dCi de 130 CV se convierte en una elección muy interesante dentro de una gama bien conjuntada y para todos los gustos. Sus reacciones dan de sobra y tiene un gasto de risa. Y siempre con la garantía de ir montado en un Qashqai, que debido a su enorme éxito, casi podría ser una marca propia.