La variante de cinco puertas del modelo de base de MINI está pensada para cubrir las necesidades más prácticas de los entusiastas de la marca. Es 16 centímetros más largo que la versión inicial, hasta un total de 3,98 metros, y mejora el acceso a las plazas traseras proporcionando más habitabilidad y, sin duda lo mejor, manteniendo el espíritu que ha hecho famosos a los modelos de la filial de BMW: el tacto de conducción. Por si fuera poco, las mecánicas se han optimizado al llegar esta variante, reduciendo aún más el gasto de combustible.

Para la carrocería de cinco puertas, la gama consiste en tres motores de gasolina (One de 102 CV, Cooper de 136 CV y Cooper S de 192 CV) y otros tres diesel (One D con 95 CV, Cooper D con 116 CV y Cooper SD de 170 CV). Las cajas de cambios pueden ser manuales o automáticas, en ambos casos de seis velocidades. De entre todas estas posibilidades, nosotros hemos tenido la oportunidad de probar un MINI One (gasolina de 102 CV) de cinco puertas con cambio manual. Que cumple de sobra como acceso a la gama y tiene un gasto bastante contenido.

Conservador en su diseño exterior, el MINI de cinco puertas llama la atención principalmente por el aumento de tamaño que ya hemos comentado. Ese incremento incide sobre todo en el interior, ya que, gracias a la mayor distancia entre ejes, hay más sitio para las piernas en las plazas traseras, y el maletero presenta ahora una capacidad de unos 280 litros. Delante, el salpicadero es idéntico al del MINI de tres puertas, usando los mismos materiales que transmiten sensación de calidad. Un detalle a resaltar es que el velocímetro está situado en la columna de la dirección, junto al cuentarrevoluciones. En la generación anterior, éste se encontraba en la zona central del salpicadero, un lugar menos visual. Otro elemento decorativo es el círculo luminoso que rodea la pantalla de la consola central. Está formado por unos Led´s que pueden variar su iluminación de manera personalizada, simulando un velocímetro, el nivel de volumen, la temperatura del climatizador o simplemente lucir del mismo color que el resto de luces ambientales (también personalizables en varios tonos).

El propulsor que anima al MINI One es un tricilíndrico que cubica 1,2 litros. Pese a su arquitectura de tres pistones, apenas acusa vibraciones y es muy suave de funcionamiento. Si casi no se escucha al ralentí, en marcha ni se nota. Sube de vueltas con rapidez y, salvo en casos en los que llevemos mucha carga, sus 102 CV nos parecerán suficientes para este tipo de coche. Esto también es debido a unos desarrollos del cambio manual más bien cortos, pero que no penalizan en exceso un consumo que ya de por sí es moderado: homologa una media de 4,8 litros por cada 100 km. A nosotros nos ha subido un poco más, pero siempre en un rango muy bajo.

En ciudad es muy ágil, y hace valer sus casi 4 metros de largo para colarse por cualquier sitio y aparcar donde otros no pueden. En carretera no le hace ascos a un viaje, la potencia anunciada da para mucho y en tramos comprometidos se muestra aplomado y seguro. El cambio es satisfactorio por la posición de la palanca y el tacto, algo mejor que en la generación anterior, y la dirección, asistida eléctricamente, resulta precisa. Capítulo especial merece la suspensión, un poco dura, que transmite con mucha fidelidad el firme que pisamos. De todas formas, el tardado contribuye al tacto directo y racing que se le supone a todo modelo de MINI. En opción hay una suspensión adaptativa (que puede variar su dureza) y que se complementa con el selector ´MINI Driving Modes´, que está situado en la base de la palanca de cambios y que, además de la amortiguación, varía otros parámetros del coche (la respuesta del acelerador, el climatizador o la dirección) entre los modos ´Green´, ´Mid´ y ´Sport´.

El listado de equipamiento de serie es extenso: seis airbags, climatizador doble, controles de estabilidad y tracción, iluminación ambiental con Led´s, función ´Start&Stop´ para ahorro de combustible, asientos traseros abatibles por partes y equipo de sonido con conexiones para periféricos, entre otros. Estos elementos se pueden completar con el navegador con pantalla a color de 8,8", un techo panorámico, las llantas de hasta 18 pulgadas, el reconocimiento de señales de tráfico, los faros de Led´s o el acceso y arranque sin llave.

El precio de partida del MINI One de 102 CV, con descuentos, es de 17.350 euros. La caja automática encarece unos 1.700 euros.