A medio camino entre un familiar y un compacto, el modelo V40 del fabricante sueco es una alternativa muy válida para quienes demandan un vehículo de tamaño contenido, espacio interior y acabados premium. Su gama queda formada por tres ambientes, el de base, uno con aires camperos llamado ‘Cross Country’ (tiene aditamentos para proteger la carrocería) y otro de aspecto deportivo (R-Design). El abanico mecánico está compuesto por tres mecánicas diésel (D2 con 115 CV, D3 con 150 CV y D4 con 190 CV) y dos de gasolina (T4 de 180 CV y T5 de 245 CV). El sistema de arranque y parada del motor ‘Start&Stop’ es de serie en todos los casos y los cambios asociados son manuales de seis marchas, excepto para el más potente de gasolina, que es únicamente automático. Este tipo de cambio puede ser de dos arquitecturas: de doble embrague para los D2 y T4 y de convertidor de par en el caso de los D3 y D4. Precisamente nuestro Volvo V40 de esta semana es uno de estos últimos, dotado con una caja automática y bloque D3 de 150 CV. Quizá una de las versiones más interesantes por economía de uso y prestaciones.

El Volvo V40 tiene unas medidas de 4,37 metros de largo, 1,80 metros de ancho y 1,42 metros de alto. Estas cotas le colocan como uno de los grandes dentro de su categoría, y eso se deja notar en un interior muy habitable un poco condicionado por la altura del techo en las plazas traseras, que va cayendo hacia la zaga. El maletero ofrece una capacidad de 335 litros que se pueden ampliar si no son suficientes abatiendo los los asientos traseros para conseguir algo más de 1.000 litros.

Delante, el puesto de conducción enamora por calidad de materiales y diseño. Muy limpio y racional, Volvo sigue usando la consola central flotante ya instalada en otros modelos de la firma, que deja un práctico hueco detrás para dejar enseres (mejor, porque no quedan muy a la vista desde fuera). En la parte de arriba del salpicadero hay una pantalla táctil multifunción de 5 pulgadas, que muestra los datos del sistema multimedia así como los de la navegación opcional (entonces será de 7 pulgadas). La ubicación de ésta hace que podamos consultarla sin apartar mucho la vista de la carretera (aún hay fabricantes que se empeñan en situarlas más abajo en la consola, y por lo tanto su consulta entraña más riesgos).

La visibilidad es correcta hacia delante. En los tres cuartos traseros hay que dejarla a los retrovisores debido a los montantes que quedan a cada lado del maletero. Además la luneta trasera, por su diseño tan estilizado, resta un poquito de visual. De todas formas el tamaño de los espejos suple esta carencia, así como los diversos dispositivos de seguridad que puede montar nuestro modelo.

El Volvo V40 D3 no sólo es premium por sus acabados y diseño. También lo es por su mecánica que, al igual que su original carrocería, se desmarca de la mayoría de firmas por su configuración interna de cinco cilindros que forman un bloque de dos litros de cubicaje. El resultado es francamente satisfactorio porque suprime las vibraciones que tienen otros de menos pistones y además el sonido que emite es muy refinado y nada molesto. Su respuesta es decidida desde bajas vueltas, y llega con solvencia por la zona de las 3.700 rpm. La caja de cambios de nuestra unidad de pruebas, automática de convertidor de par con seis marchas, lo hace todo por nosotros y lo hace bien, pues, aunque penaliza ligeramente el consumo (4,3 litros con caja automática frente a los 3,9 litros de la versión manual), la preferimos porque la conducción es más relajada, sabe retener en bajadas y también se deja actuar en modo secuencial.

Como buen Volvo, el equipamiento que despliega, bien de serie o en opción, es extenso. Hay seis niveles de dotación que están disponibles dependiendo de la mecánica escogida: el de base, ‘Kinetic’, ‘Momentum’, ‘Summum’, ‘R-Design Kinetic’ y ‘R-Design Momentum’. Nuestro V40 Kinetic monta elementos como un airbag que se hincha en el exterior en caso de atropello a un peatón (el capó se eleva en su parte posterior para minimizar los daños a la persona y permitir la salida del airbag), otro sistema que puede detener por completo el coche por debajo de 50 km/h para evitar una colisión si el conductor no se ha percatado, el asistente al arranque en pendientes, los reposacabezas activos, el climatizador doble, el equipo de audio con seis altavoces o las llantas de 16”.

El conjunto se puede completar con un ramillete de dispositivos de seguridad pocas veces visto en este segmento, como el programador de velocidad activo con radar, que mantiene la distancia respecto al vehículo precedente, un detector de peatones que puede detener el coche si se cruza una persona de manera inesperada, la advertencia de cambio involuntario de carril, el cambio automático de luces de carretera y cruce o el asistente al aparcamiento (el conductor sólo tiene que pisar los pedales una vez que se ha seleccionado el hueco) y que además avisa de circulación trasera peligrosa.

El precio del Volvo V40 D3 Kinetic con caja automática es de 29.220 euros; si lo preferimos con cambio manual, el coste baja hasta los 27.130 euros.

FICHA TÉCNICA

Nº de cilindros/disposición 5 en línea/del. transversal

Cilindrada (cc) 1.984

Potencia (CV/rpm) 150/3.500

Par máx. (Nm/rpm) 350/1.500-2.750

Tracción delantera, cambio automático de seis velocidades

Dimensiones largo/ancho/alto (m) 4,37/1,80/1,42

Maletero (litros) 335

Peso (kg) 1.593

Velocidad máx. (km/h) 205

Aceleración 0-100 km/h (seg.) 9,3