Dispuestos a plantar cara a los todopoderosos 4x4 premium, los suecos de Volvo llegan con la siguiente entrega de su XC90, un todoterreno de casi cinco metros de longitud (4,95 m.) que reemplaza al modelo de 2003. Disponible en nuestro mercado a partir del mes que viene, la gama queda compuesta por dos mecánicas de gasóleo (D4 con 190 CV y D5 con 224 CV), otras dos de gasolina (T5 de 254 CV y T6 de 320 CV)? y una híbrida que se puede enchufar (T8 de 407 CV). A falta de confirmar los pormenores de todas las cadenas cinemáticas empleadas, lo que se ha comunicado a la prensa es que la mayoría de motores son de cuatro cilindros en bloques de dos litros, todos añaden turbo y van montados en posición transversal. Hay cambios automáticos de ocho velocidades unidos a la tracción integral inteligente de la marca.

De la variante híbrida enchufable sí conocemos que usa el propulsor de gasolina de 320 CV del T6 más otro eléctrico de 87 CV. El primero de ellos hace girar el tren delantero, mientras que el segundo se encarga del trasero. Hay cuatro modos de funcionamiento que pivotan entre el programa eminentemente eléctrico (el fabricante anuncia hasta 40 km de autonomía sin gastar una gota de gasolina) hasta el más deportivo que combina los dos propulsores, pasando por uno que prima la actuación de la tracción total u otro que fuerza la carga de la batería. Los consumos de esta opción híbrida son francamente buenos, pues homologa una media de 2,1 litros por cada 100 km y emite sólo 49 gr/km de CO2.

En lo que respecta a los detalles del interior, Volvo ha dispuesto siete asientos en sus tres filas con amplias regulaciones individuales. Los últimos se pueden plegar si necesitamos más maletero, pasando así de los 310 litros de capacidad, con todas las plazas en uso, hasta los 670 litros sin la tercera fila. Delante se ha simplificado al límite la consola central en favor de una pantalla táctil en una curiosa posición vertical. Ésta gobierna el sistema de sonido, la navegación, la climatización y comunicación. Asimismo está prevista la conectividad a internet y tiene diversas aplicaciones específicas para protocolos Android y Apple.

La gama queda articulada en cuatro niveles de acabado: ´Kinetic´, ´Momentum´, ´Inscription´ y ´R-Design´. El equipamiento, ya sea de serie o en opción es otro de sus atractivos. Están disponibles los últimos dispositivos de la marca en seguridad, entretenimiento y ayudas a la conducción, como un sistema de sonido desarrollado conjuntamente con la prestigiosa firma de altavoces ´Bowers&Wilkins´, el aparcamiento asistido, las cámaras de visión periférica, la información del tablero de instrumentos proyectada en el parabrisas, las llantas de hasta 22", los asientos con regulaciones eléctricas y modos de masaje, los ya conocidos como el detector de ángulo muerto y el de fatiga del conductor, el programador de velocidad activo, un sistema que prepara los cinturones de seguridad ante una colisión inminente, otro que frena si detecta un choque en una intersección u otro que ayuda en la circulación en atascos controlando varios parámetros. Además de todo este listado están la suspensión neumática ajustable, las ópticas de Led´s para todas las funciones, el reconocimiento de las señales de tráfico, cuero en asientos o el techo solar.

El XC 90 D5 cuesta desde 59.470 euros; el XC90 T5 va desde 62.530 euros; el T6 vale desde 70.630 euros y el híbrido T8 arranca en los 79.950 euros.