Después de poner patas arriba al mercado con el exitoso Qashqai y su concepto ´crossover´, la marca japonesa abre fuego en el segmento de los compactos, un suculento pastel que acapara la mayor parte de las ventas en nuestro país. Para ello ha cocinado un modelo de 4,39 metros de longitud y carrocería de cinco puertas, cuya principal virtud es el equilibrio en todos los frentes, aderezado con un precio muy razonable.

De estética similar a la del Qashqai, el nuevo Pulsar ofrece uno de los mejores interiores de la categoría, en el que se ha puesto el acento en el espacio para los ocupantes traseros (uno de los puntos débiles de la mayoría de compactos) y en el maletero. Respecto al primer detalle, el Pulsar puede presumir de tener una habitabilidad tan grande que incluso iguala a la de algunas berlinas medias. Adultos altos pueden viajar cómodamente gracias al generoso espacio para las piernas y a la cota de altura que hay hasta el techo. En cuanto al maletero, da para una capacidad de 385 litros, ampliables hasta casi los 1.400 litros abatiendo los respaldos de los asientos traseros (en partes asimétricas, de serie). El resto del habitáculo está muy bien planteado, tanto por ajustes y acabado de materiales como por la postura del conductor, ayudada por las múltiples regulaciones del asiento y el volante. Los mandos se distribuyen con lógica, lo cual evita distracciones, y además no son numerosos, facilitando así su manejo. También está bien resuelto el apartado práctico al contar con un buen número de huecos para dejar objetos.

Dependiendo del nivel de equipamiento, el Pulsar puede incluir una pantalla presidiendo el salpicadero de hasta 5,8" en la que aparece la información del sistema multimedia, navegación o la visual de unas cámaras periféricas como ayuda al aparcamiento (si equipa estos dos últimos elementos). Esta pantalla se complementa con otra de 5" dentro del tablero de instrumentos en la que aparece información relacionada con el ordenador de viaje, indicaciones del GPS o emisoras de radio.

De momento, el Nissan Pulsar está disponible con dos motores de gasolina, uno de 1,2 litros de 115 CV y otro de 1,6 litros y 190 CV, y un diésel de 1,5 litros con 110 CV. En todos los casos el cambio asociado es manual de seis marchas, pero el gasolina 1,2 l. puede montar una caja automática de variador continuo como la del Qashqai. Nosotros tratamos esta semana de la opción con el probadísimo y eficiente motor dCi 1,5 l. de 110 CV.

Fruto de la Alianza Renault-Nissan, en la que ambas marcas comparten desarrollo y fabricación de componentes, el bloque propulsor dCi es una de las bazas de este modelo por su economía de uso. Cumple de sobra y el poco ruido que emite se redondea en marcha llegando a la temperatura de servicio. Su respuesta es suficiente para el planteamiento del coche y encaja bien con el cambio de seis velocidades propuesto, que le ayuda a circular bajo de vueltas en carretera. Esto, unido a un motor que ya de por sí no es sediento, consiguen que el Pulsar 1.5 dCi sea uno de los compactos que menos gastan del mercado. También en este aspecto ayuda el sistema de arranque y parada de serie. La media homologada de 3,6 litros subió unas décimas en nuestras habituales pruebas, pero se mantuvo siempre en unas cifras bajas para su peso (ronda los 1.400 kg.) y tamaño.

Otro de sus puntos fuertes es la comodidad en marcha. Los ocupantes están bien aislados del exterior y los desperfectos del firme se perciben muy atenuados debido a un tarado de suspensión suave. Sin embargo, en tramos con frecuentes curvas, las reacciones no inquietan y tiene, en cualquier situación, unos movimientos predecibles y seguros.

La gama Pulsar se puede adquirir con cuatro niveles de dotación: ´Visia´, ´Acenta´, ´N-TEC´ y ´Tekna´. Desde el acabado más bajo (Visia, desde 16.200 euros), el compacto de Nissan monta elementos como el aire acondicionado, elevalunas en las cuatro ventanillas, programador de velocidad con limitador, equipo de audio con manos libres Bluetooth, llantas de 16", indicador de presión de neumáticos y control de trazada activo, que es una función extra del control de estabilidad que ayuda a ir rápido en curvas, ya que hace al tren delantero más noble. Nuestro Pulsar N-TEC (desde 18.850 euros) añadía a ese listado un sistema que previene una colisión frontal, la cámara de aparcamiento trasera, las llantas de 17", climatizador doble y los sensores de lluvia y luces. Por último, el nivel Tekna (desde 20.550 euros) añade a todo eso la tapicería de piel, las cámaras de visión periférica, el acceso y arranque sin llave, los faros de Led´s para luces de cruce, la conectividad mejorada para el equipo multimedia y el escudo de protección inteligente que incluye el avisador por cambio involuntario de carril y detector de objetos en el ángulo muerto y en la parte trasera al dar marcha atrás.

El nuevo Pulsar resulta ser un producto muy interesante por su equilibrio, sin que por ello descuide los detalles como la seguridad, el equipamiento o la practicidad interior.