Tras una investigación que ha durado dos años, esa autoridad británica, la Oficina de Comercio Justo, descubrió que algunos de los colegios han violado las leyes de la competencia al intercambiar datos sobre subidas de matrículas proyectadas, datos que deben ser, sin embargo, confidenciales.

Entre esos centros de enseñanza, que exponen ahora a ser sancionados económicamente, figuran Eton, Harrow, Westminster, Sevenoaks School y el Cheltenham Ladies´ College.

Las matrículas de la cincuentena de centros incriminados han subido más de un 50 por ciento durante la pasada década gracias a ese intercambio puntual de informaciones.

Entre 2001 y 2004, las matrículas llegaron en muchos casos a triplicar la subida de la inflación.

Los colegios británicos de "elite" cobran matrículas anuales de más de 30.000 euros, o 35.300 dólares, y no están expuestos a la competencia gracias a ese convenio.