La junta de gobierno del Sindicato Central de Regantes considera incomprensible la actitud del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que celebró la decisión del Consejo de Ministros de no enviar agua de riego al Segura brindando con vino de Valdepeñas (Ver LA OPINIÓN del sábado, 1 de octubre), por lo que ha decidido declararlo "persona indigna para ocupar un cargo público". Tampoco perdona a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y le pide su dimisión.

Tras el Consejo de Ministros, el presidente castellano-manchego mostró abiertamente su satisfacción por el acuerdo del Gobierno, señalando que era la primera vez que el Ejecutivo hacía caso a sus demandas. Francisco del Amor, presidente de los regantes del trasvase Tajo-Segura, no entiende que el presidente de una comunidad autónoma fuese capaz de "brindar con vino de Valdepeñas para celebrar la desgracia de 70.000 familias", que pueden perder sus cosechas si no llega un riego de socorro. Esta actitud hace que los regantes le consideren "una personas indigna para ocupar un cargo público".

Por otra parte, el Sindicato Central de Regantes pide la dimisión de la ministra de Medio Ambiente, a la que acusan de "haber hecho más caso a los informes de Castilla-La Mancha, en los que se decía que nuestros árboles no necesitaban agua porque había llovido, que a las demandas de los agricultores murcianos".

Del Amor se pregunta cómo puede la ministra aceptar esos informes, sabiendo que las comunidades de regantes se han quedado sin reservas y que los agricultores no tienen caudales para mantener "los regadíos más desarrollados tecnológicamente, que necesitan agua todos los días". La propuesta se planteará hoy a la comisión de crisis.