La presidencia británica de la UE ha enviado a Turquía un texto sobre el marco de las negociaciones de adhesión de ese país que tiene el visto bueno de Austria y Chipre, los dos países que planteaban objeciones, dijeron fuentes diplomáticas. La Presidencia espera la respuesta turca antes de presentar el texto ante los ministros de Exteriores de los 25 países de la Unión, declaró el portavoz del Ministerio belga de Exteriores, Rudy Huygelen.

Fuentes comunitarias confirmaron que "nada se ha visto" a nivel del Consejo de Ministros de la UE, que lucha contra el reloj para tratar de lograr un acuerdo y poder lanzar ayer, como estaba previsto, las negociaciones con Turquía.

El texto, cuyo contenido no ha sido detallado, fue elaborado tras las intensas consultas bilaterales que mantuvo ayer el ministro británico de Exteriores, Jack Straw, con las delegaciones de Austria y Chipre, y con el Gobierno turco.

Straw habló incluso ayer por teléfono con el canciller federal austríaco, Wolfgang Schüssel, y con el ministro turco de Exteriores, Abdulá Gul, para tratar de hallar un punto de entendimiento entre ambos países. Austria llevaba semanas planteando objeciones a que, en el documento marco, se dijera expresamente que el objetivo de la negociación era que Turquía fuera un miembro de la UE.

En su lugar, Viena sugería la posibilidad de incluir algún tipo de mención a que Turquía pudiera ser un socio especial de la UE. La ministra austríaca de Exteriores, Ursula Plassnik, señaló ayer en unas declaraciones que su país no cuestionaba el objetivo de la entrada turca, sino que deseaba que se planteen alternativas a un hipotético fracaso del proceso negociador.

Plassnik reconoció, en unas declaraciones a la prensa austríaca, que ese objetivo ya había sido acordado por el Consejo Europeo en diciembre de 2004, por lo que "no podemos cuestionarlo" jurídicamente.

En cambio, Viena ha pedido que se desarrolle y se coloque en el primer párrafo del documento la mención acerca de la capacidad de absorción de nuevos miembros por parte de la UE.

La ministra no dio detalles acerca de qué cambios desearía introducir Austria en esa mención, pero sí señaló que ni las reuniones bilaterales ni las presiones de otros países (en una alusión al apoyo de EE UU al ingreso turco en la UE) podrán mover a su Gobierno. "Nadie puede intimidarnos", advirtió.