Recuerdo a las víctimas

Los tártaros de Crimea denuncian intimidaciones del FSB para no recordar las deportaciones de Stalin

Esta península, anexionada tras un criticado referéndum en 2014, es a ojos de la comunidad internacional parte de Ucrania, aunque Moscú la tiene bajo su control

Homenaje a los rusos muertos en el conflicto rusoucraniano en Bakhchisaray, en Crimea, este miércoles.

Homenaje a los rusos muertos en el conflicto rusoucraniano en Bakhchisaray, en Crimea, este miércoles. / REUTERS

Àlex Bustos

Moscú ha dado un toque a su minoría tártara de Crimea. Desde organizaciones como Solidaridad de Crimea han hecho público este jueves que las autoridades rusas han prohibido manifestarse en memoria de los deportados en la era de Stalin. Según apuntan desde el mismo grupo, hombres del FSB, el servicio secreto ruso, habría visitado en persona a algunos de los miembros de esta organización, a los que les han recordado que a día de hoy en la región está prohibido cualquier tipo de manifestación o protesta. "Los activistas consideran que estas acciones son presiones para intimidar una vez más al pueblo tártaro de Crimea", ha asegurado oficialmente la entidad.

Esta península, anexionada tras un criticado referéndum en 2014, es a ojos de la comunidad internacional parte de Ucrania, aunque Moscú la tiene bajo su control. La minoría étnica autóctona, los tártaros, lamentan que desde la anexión a Rusia no se les ha permitido recordar en ningún 18 de mayo a los deportados por el régimen de Stalin en los años 40. Representan a cerca del 15% de los dos millones que viven en la región y fueron uno de los principales grupos que rechazaron frontalmente formar parte de Rusia. En redes sociales el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, les ha recordado y ha asegurado que en el futuro "vivirán libres".

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética hizo deportaciones masivas de algunas etnias acusadas de haber colaborado con los nazis durante la contienda, algo que se hizo extensivo a cualquier persona de unos determinados grupos, aunque no se pudiera demostrar que fueran simpatizantes de la Alemania de Hitler. Esto incluyó a ancianos, niños y mujeres, que fueron trasladados forzosamente a Asia Central, Siberia y el Lejano Este ruso, cerca de Alaska, y hubo miles de muertos durante los largos viajes. Cerca de una docena de etnias sufrieron este destino, además de los tártaros, como es el caso de los chechenos, los calmucos, los alemanes del Volga, entre otros.

Un legado complejo

Iosif Dzugashvili, más conocido como Stalin, fue uno de los líderes más importantes del siglo XX y uno de los más reconocidos en la Rusia de Putin. Bajo su mando, la URSS se convirtió en potencia fue clave en la derrota de la Alemania nazi en la llamada en Rusia "Gran Guerra Patria", la Segunda Guerra Mundial. Algo que no siempre es cómodo explicar son las purgas, la represión sistemática de la disidencia, entre otros tics autoritarios que caracterizaron el liderazgo del georgiano al frente de la URSS.

Aunque no se le honra de la misma forma que a Lenin, el gran líder revolucionario, su legado generalmente en Rusia es visto de una forma más positiva que en otros países. Una de las pocas organizaciones que quería estudiar esa época y sobre todo dignificar a las víctimas era la oenegé Memorial, declarada "agente extranjero" por las autoridades rusas en 2014 y que se vio obligada a cerrar en 2021.