Asia

Corea del Norte dice haber probado un dron submarino nuclear

Pionyang asegura que el novedoso aparato tiene "capacidad letal" tras inflitrarse en las aguas y provocar una explosión bajo el agua

Kim Jong-un, durante las pruebas del dron submarino.

Kim Jong-un, durante las pruebas del dron submarino. / EFE

Adrián Foncillas

Un dron para provocar mareas radioactivas en cualquier rincón del mundo. La última novedad del escaparate bélico norcoreano inquietaría aún más sin el comprensible escepticismo que recomienda su propaganda. Consiste en un dron de ataque submarino que puede desplegarse en cualquier costa o puerto y ser remolcado por un buque en la superficie, según lo ha descrito la agencia oficial KCNA.

Pionyang lo ha bautizado como 'Haeil', tsunami en coreano. La misión de su arma secreta, añade la agencia, es “infiltrarse de incógnito en las aguas y provocar una explosión submarina que causará un tsunami radioactivo a gran escala que destruirá los buques y puertos del enemigo”. No había noticias del dron pero la KCNA ha revelado que su desarrollo empezó ya diez años atrás y suma una cincuentena de ensayos. El último, ejecutado esta semana, habría confirmado “su capacidad letal”.

El dron, continúa la agencia, fue depositado el martes en las aguas y navegó frente a la costa de la provincia Hamgyon durante 59 horas a profundidades que oscilan entre los 80 y los 150 metros hasta ser detonado el mediodía del jueves. El líder norcoreano presenció la prueba y confió en que el dron convenza a Seúl y Washington de que la “capacidad de disuasión nuclear ilimitada” de su país “avanza a gran velocidad”.

Dudas de los expertos

Las dudas de los expertos se amontonaron tras el anuncio. No es raro que la propaganda norcoreana exagere los éxitos de su programa militar. Ha descrito como lanzamientos de misiles de largo alcance los que fueron confirmados de medio alcance y no es descartable que algunos de los artefactos mostrados en sus desfiles militares de Pionyang fueran de cartón piedra. Un ataque con misil nuclear a Estados Unidos, en la otra punta del mundo, implica la miniaturización de la ojiva para calzarla en el proyectil. Corea del Norte no ha mostrado pruebas de su capacidad y, si no puede con un misil, difícilmente lo conseguirá con un dron.

La idea de provocar en las aguas un infierno nuclear no es nueva. El torpedo ruso 'Poseidon', lanzado desde un submarino, puede trasladar tanto cargas convencionales como nucleares y cuenta con una autonomía de navegación virtualmente ilimitada que podría arrasar las costas estadounidenses. Esa es la descripción teórica porque Moscú tampoco ha ofrecido pruebas de su eficacia y los expertos juzgan que perfeccionarlo es una tarea de años.

Pionyang se ha esforzado en mostrar su enfado durante los últimos días por variadas razones. La más evidente son las maniobras militares conjuntas conocidas como “escudo de la Libertad” que Washington y Seúl están ejecutando en el sur de la península coreana desde el 13 de marzo. Son las mayores en el último lustro y es habitual que Corea del Norte las interprete como ensayos de invasión. Tampoco le ha agradado la reciente cumbre de Fumio Kishida y Yoon Suk Yeol, presidentes de Corea del Sur y Japón, y ha protestado por la inminente recepción del segundo en la Casa Blanca.

Son días fragorosos en Corea del Norte. Kim Jong-un pidió esta semana a su país que se prepare para un presunto ataque nuclear de Washington y Seúl. No aportó ninguna prueba de las intenciones enemigas pero su llamada fue inmediatamente respondida. Casi 1,5 millones de norcoreanos, sobre una población de 26 millones, han pedido alistarse en el Ejército para luchar contra "los estadounidenses imperialistas", según la televisión estatal.