La Generación Z ya ha puesto un pie en el Congreso de Estados Unidos. El demócrata Maxwell Alejandro Frost, de 25 años, ha ganado su carrera electoral en Florida y se convertirá en el miembro más joven de las Cámara de Representantes. Su victoria durante las elecciones legislativas celebradas este martes certifica la creciente influencia en la política estadounidense de aquellos que nacieron a partir de 1997 y como su peso está beneficiando especialmente a los demócratas.

Frost ha derrotado a su rival republicano, Val Demings, defendiendo una agenda progresista que genera consenso entre muchos jóvenes: la lucha contra el cambio climático, la restricción del acceso a las armas, la defensa del derecho al aborto, de la comunidad LGTBQ y de un aumento del salario mínimo. "Vengo de una generación que ha pasado por más simulacros de tiroteos masivos que de incendios", explicó en agosto al 'New York Times' este afrolatino de 25 años forjado en el mundo activista.

De perfil opuesto, otra 'zoomer', como se conoce a los miembros de la Generación Z, aspiraba hoy a hacer historia y entrar en el Congreso, pero no ha sido así. Se trata de Karoline Leavitt, que ha perdido su elección en New Hampshire contra el demócrata Chris Pappas. A diferencia de Frost, esta conservadora y seguidora de Donald Trump de 25 años trabajó antes como asistente de la secretaria de prensa de la administración trumpista y para Fox News Media. Entre sus propuestas, apoyadas por el ala más reaccionaria de los conservadores, estaban endurecer la políticas migratorias en la frontera, bajar impuestos a las empresas, eliminar regulaciones al mercado y al uso de las armas.

Los jóvenes, más demócratas

Ambos casos reflejan la creciente inclinación de los más jóvenes por los demócratas. Aunque estos pueden cambiar, las encuestas a pie de urna publicadas por la CNN apuntan a que los menores de 30 años habrían sido claves para frenar la oleada republicana que se preveía para las elecciones de medio mandato, o 'midterms'. Así, tanto 'zoomers' como 'millenials' –etiquetas que se limitan a una cuestión de edad– habrían votado

La agenda conservadora queda muy lejos para una gran mayoría de jóvenes, generaciones más allá de la Z en las que temas como el control de las armas, el derecho al aborto o la defensa de la comunidad LGTBQ generan un consenso mucho mayor que en otras capas demográficas, especialmente entre los mayores de 45 años. La ferviente oposición republicana en estos asuntos, vitales para el día a día en EEUU, casa bien con los más adultos, pero parece ser un factor alienante para la sociedad estadounidense del futuro cercano.