El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, en la oposición, exigió este jueves la convocatoria de elecciones generales "ahora", después de que la primera ministra, la conservadora Liz Truss, anunciase su dimisión.

"El Partido Conservador ha demostrado que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso conservador, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos", afirmó Starmer en una declaración.

La jefa del Gobierno, que asumió el poder el pasado 6 de septiembre, comunicó ante la residencia oficial del 10 de Downing Street que dimitía como líder del Partido Conservador pero que permanecerá en el cargo hasta la elección de un sustituto, un proceso que dijo quedará completado en el plazo de una semana.

La posición de Truss era ya insostenible después de la crisis que su programa económico provocó en los mercados, lo que le obligó a sustituir a Kwasi Kwarteng por Jeremy Hunt al frente del Ministerio de Economía, y de que Suella Braverman renunciase ayer como titular de Interior por haber cometido el "error" de compartir información confidencial a través de su teléfono personal. A esto se sumaron las escenas de caos anoche en el Parlamento, con acusaciones de coacciones por parte de algunos diputados conservadores que buscaban evitar una rebelión entre los diputados "tories" cuando se votaba la moratoria sobre la fracturación hidráulica o "fracking".

En su declaración, el líder laborista resaltó que en los últimos años los conservadores "destrozaron nuestras instituciones y crearon una crisis del coste de vida" y acusó al partido en el Gobierno de haber "derruido la economía". Los conservadores, agregó, "no tienen mandato para someter al país a otro experimento más".

Los británicos, subrayó Starmer, "deben tener la oportunidad de comparar el caos de los conservadores con los planes laboristas para solucionar su desorden, hacer crecer la economía para los trabajadores y reconstruir el país para un futuro más justo". "Debemos tener la oportunidad de un nuevo comienzo. Necesitamos elecciones generales, ahora", insistió.

El caos que el programa económico de Truss provocó en los mercados obligó a la política a revertir días después casi todas las medidas que había presentado a finales de septiembre.

"Son un imperativo democrático"

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se sumó este jueves a la petición de elecciones generales en el Reino Unido, por considerar que son "un imperativo democrático" tras el anuncio de dimisión de Liz Truss como primera ministra.

En un mensaje colgado en su cuenta de Twitter, la líder independentista escocesa señaló que "no hay palabras para describir este desastre total", en alusión a las recientes turbulencias vividas en el Reino Unido por las decisiones del Ejecutivo de Truss. "Va más allá de la hipérbole y la parodia. La realidad es que es la gente normal la que está pagando el precio", opinó. La dirigente del Partido Nacional Escocés (SNP) dijo asimismo que "los intereses del partido 'tory' no deberían preocuparle a nadie ahora mismo" y aseveró que "unas elecciones generales son ahora un imperativo democrático".

En esta línea se pronunció también hoy el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, quien hizo otro llamamiento a la celebración de elecciones generales tras el anuncio de dimisión de Truss. "No necesitamos otro primer ministro conservador que vaya tambaleándose de crisis en crisis", consideró en un tuit el líder liberaldemócrata.

Este político apuntó que "se necesitan unas elecciones generales ahora y a los conservadores fuera del poder".

Por su parte, el líder de los conservadores en la Asamblea galesa, Andrew Davies, indicó que la primera ministra británica "ha hecho lo correcto al dimitir". "Los ciudadanos, dondequiera que vivan en el Reino Unido están preocupados, con razón, sobre la crisis del coste de la vida", agregó.

Davies señaló que "el nuevo primer ministro debe afrontar esta situación con rapidez y proporcionar liderazgo, confianza y esperanza a todas las personas de todo el país". "El Partido Conservador debe hacer frente a este desafío y cumplir para los ciudadanos de Gales y del Reino Unido", agregó.