El gigante de gas ruso Gazprom afirmó este miércoles que las sanciones occidentales hacen imposible la devolución de la turbina del gasoducto Nord Stream, que sigue funcionando solo a un 20% de su capacidad.

"Las sanciones de Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido, así como la incompatibilidad de la situación actual con los compromisos contractuales de Siemens, hacen imposible la llegada de la turbina 073 a la estación compresora Portovaya", dijo la empresa en Telegram.

El canciller alemán, Olaf Scholz, responsabilizó hoy a Rusia de los retrasos producidos para el transporte de la turbina que reclama Gazprom para Nord Stream y que, según Moscú, impiden que pueda funcionar a pleno rendimiento.

La turbina esta "preparada para ser transportada", afirmó Scholz, en una visita a la planta de la compañía Siemen Energy de Mühlheim (oeste de Alemania), donde se encuentra el motor.

Según Scholz, para que la turbina llegue a su destino "solo es preciso que Gazprom la pida", algo que no ha ocurrido, mientras que por parte alemana y de otros países implicados se dispone ya de todos los permisos pertinentes para el transporte.

Gazprom suspendió completamente los suministros durante diez días, en julio, argumentando que eran necesarias tareas de mantenimiento y la falta de una turbina.

Finalmente se reanudaron los suministros, pero reducidos a un 20 % de la capacidad del gasoducto, ya que Moscú sigue insistiendo en los "problemas técnicos".

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó hoy que Moscú debe estar segura de que sobre la turbina no pesan ya sanciones y que "no se podrá detenerla a distancia".