Ante la amenaza cada vez más real de que Rusia cierre el grifo del gas, -ya ha reducido total o parcialmente el suministro a 12 Estados miembros- Bruselas lleva meses negociando con otros países productores para tratar de reemplazar a Moscú como suministrador de esta fuente de energía. En marzo pasado cerró un acuerdo con Estados Unidos para aumentar en 15.000 millones de metros cúbicos adicionales los envíos este año. En mayo un memorándum con Egipto e Israel para importar gas natural licuado. En junio fue Noruega quien se comprometió a aumentar sus entregas. Desde este lunes, la Unión Europea (UE) suma una muesca más a sus aliados “fiables” para seguir independizándose energéticamente lo antes posible del Kremlin: Azerbaiyán. Según el acuerdo anunciado desde Baku por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la ex república soviética multiplicará el suministro hacia la UE para alcanzar al menos los 20.000 millones de metros cúbicos anuales en los próximos años.

“La UE ha decidido diversificar lejos de Rusia y recurrir a proveedores fiables y de confianza y me alegro de contar a Azerbaiyán entre ellos. Es un socio energético crucial para nosotros”, ha destacado Von der Leyen durante una breve intervención en Baku tras la firma de un memorándum de entendimiento en materia energética con el presidente Ilham Aliyev. De los 22.000 millones de metro cúbicos exportados el año pasado por Azerbaiyán, un total de 8.100 millones se enviaron a Europa. “Es una ruta de suministro muy importante para la UE, que actualmente suministra más de 8.000 millones de metros cúbicos de gas al año. Ampliaremos su capacidad a 20.000 millones de metros cúbicos al año dentro de unos años. Y a partir del año que viene deberíamos alcanzar ya los 12.000 millones de metros cúbicos”, ha explicado la alemana sobre un volumen adicional de 4.000 millones de metros cúbicos destinados a compensar los cortes de Moscú.

Expansión del corredor sur

El acuerdo también busca expandir el Corredor Sur de Gas. Se trata de una importante ruta de suministro formada por 3.500 kilómetros de tuberías que lleva gas desde los yacimientos del Mar Caspio hasta Europa. Lo hace a través del gasoducto Trans Adriático que nutre a Italia, Grecia y Bulgaria. Este último país europeo fue precisamente uno de los primeros socios a quien Moscú cortó el suministro junto con Polonia por no pagar el combustible en rublos. Un aviso a navegantes que ha llevado a Bruselas a acelerar las conversaciones con países terceros -esta semana los expertos comunitarios viajarán a Nigeria- para sustituir dos tercios del gas ruso -155.000 millones de metros cúbicos en 2021- ya este mismo año.

Y de momento, según fuentes del Ejecutivo comunitario, va por buen camino. Hasta este año, la UE importaba de rusa el 40% del gas natural que consume. Ese porcentaje se ha reducido al 20% durante esta primera mitad de 2022, bien porque han aumentado las importaciones de suministradores alternativos bien por los cortes unilaterales de Gazprom. "Parte de la ironía de la situación actual es que Rusia, de forma no planificada y unilateral, se está retirando de varios de los contratos que están causando parte del caos del mercado que estamos viendo hoy", explican fuentes comunitarias.

Solo a través del gasoducto Nordstream1, que une Rusia y Alemania, los envíos de la gasista rusa han caído este año un 60% y "no hay razones para pensar que esta tendencia no vaya a continuar", sostienen fuentes del Ejecutivo que consideran "exitosa" la campaña de diversificación puesta en marcha desde comienzos de año. Según las cifras que maneja la Comisión, las importaciones de suministradores no rusos aumentaron en 21.000 millones de metros cúbicos este año (respecto al mismo periodo del año anterior) y los envíos por tubería, de países como Noruega, el norte de África o el Mar Caspio, crecieron en 14.000 metros cúbicos. Durante el mismo período, las importaciones de Rusia por gasoducto cayeron en 28.000 millones de metros cúbicos hasta totalizar unos 45.000 millones.

Proveedor de renovables

El acuerdo con Azerbaiyán no solo habla de gas. También apuesta por reforzar la cooperación en materia de energías renovables, para aprovechar su potencial en energía eólica, solar e hidrógeno verde y convertir al país en el futuro en un proveedor de energías renovables, y por poner coto a las emisiones de metano. En este terreno, el acuerdo incluye compromisos para reducir este tipo de emisiones en toda la cadena de suministro de gas y Bruselas confía en que Baku se unirá a la lista de 119 países que forman parte del Compromiso Global de Metano.

En paralelo, la UE y Azerbaiyán sigue negociando un acuerdo bilateral de cooperación que esperan concluir pronto y con el que relanzar todavía más las relaciones comerciales. La UE es el principal socio del país, su primer destino de exportación y un de sus principales fuentes de financiación. Hasta 2024, la UE invertirá 60 millones de euros en el país y el potencial, a través del plan económico y de inversiones, según ha recordado Von der Leyen, es enorme. “Para alcanzar todo el potencial de Azerbaiyán es importante crear las condiciones adecuadas para la confianza de los inversores. Esto incluye una mayor participación de la sociedad civil y unos medios de comunicación libres e independientes”, ha recordado.