Tras haber roto con el lastre electoral de una fragmentación excesiva, ¿qué futuro le espera a la coalición unitaria de la izquierda francesa? Es uno de los interrogantes tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia de este domingo. Los buenos resultados de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) confirmaron el éxito de la estrategia de unidad de la izquierda. 

La NUPES no logró su objetivo de alcanzar la mayoría absoluta (al menos 289 diputados) y formar un gobierno de izquierdas con Jean-Luc Mélenchon como primer ministro, pero sí que mejoró de manera significativa su presencia en la Asamblea Nacional. En la última legislatura solo había 57 diputados progresistas (de un total de 577 diputados). Ahora se convirtió en la principal fuerza de oposición al presidente Emmanuel Macron. Un escenario inesperado a principios de año, cuando corrían ríos de tinta sobre el declive y la división de la gauche y la derechización de Francia.

Poco ruido interno

La dinámica electora favorable ha sido un cemento, aparentemente sólido, para la NUPES. Cuando se compuso esta alianza a principios de mayo tras una rápida negociación, que puso fin a años de discusiones fallidas entre los dirigentes de izquierdas, muchos comentaristas y opositores al pacto pronosticaron que se rompería en mil pedazos ante la mínima dificultad. Pese a esos presagios sombríos, al final hubo poco ruido interno. En los principales actos aparecían dirigentes insumisos, socialistas, verdes y comunistas todos juntos, dándose golpecitos en la espalda y haciendo la "V" de victoria con los dedos (el famoso gesto de Winston Churchill, también utilizado por una corriente de Podemos hace unos años).

Tampoco proliferaron las candidaturas disidentes de representantes progresistas locales que se oponían a esta alianza. Solo hubo unas 70 y la mayoría de ellas fracasaron. Apenas se clasificaron 12 para la segunda vuelta. El fracaso de esta fronde contra la NUPES liderada por el expresidente François Hollande y Carole Delga, presidenta de la región de Occitania, quedó simbolizado por la cuarta posición de la candidata socialista disidente en la circunscripción de la Corrèze (centro de Francia), el histórico feudo de Hollande.

Cada partido dispondrá de grupo propio en la Asamblea

"Sería decepcionante que las cosas volvieran a ser como eran antes de las legislativas. Tengo la esperanza de que de una manera o de otra, con una federación, una confederación o una coalición electoral de este tipo, que formemos un frente unitario en las próximas elecciones locales y nacionales", dijo a EL PERIÓDICO, diario integrante del grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, el candidato socialista Jérôme Guedj, quien protagonizó uno de los duelos más mediáticos ante la ministra de la Transición Ecológica, Amélie de Montchalin. Cada uno de estos partidos dispondrá de un grupo propio en la Asamblea y se coordinarán a través de un intergrupo. La finalidad de este organismo: limar posibles discrepancias en asuntos trascendentes, como la Unión Europea, la OTAN, la energía nuclear o el islam.

La Francia Insumisa es la más interesada en que se mantenga esta alianza, tras haber logrado una preponderancia política —más de la mitad de los diputados de la NUPES serán suyos— y programática —los otros partidos aceptaron su propuesta de rebajar la edad de jubilación a 60 años, aumentar el salario mínimo a 1.500 euros netos o bloquear los precios de productos de primera necesidad—. De hecho, Mélenchon ya piensa en la creación de una federación que reúna a estos distintos partidos, sin que esto suponga su disolución. 

Sin embargo, esta opción no entusiasma a dirigentes de los otros partidos. Resultarán cruciales para el futuro de la NUPES los congresos que celebrarán los distintos partidos en el próximo otoño. "Habrá una verdadera disputa en el interior del PS, los hollandistas (sector moderado) intentarán hacerse con el control del partido", pronostica el politólogo Christophe Bouillaud, sobre unas tensiones internas que también podrían producirse en el seno de los verdes y los comunistas.