Acechado por EEUU, Reino Unido y la Unión Europea, que le incluyó este lunes en la ampliación de la lista de oligarcas rusos sancionados por la guerra en Ucrania, Roman Abramovich ha optado por replegar sus dos megayates -'My Solaris' y 'Eclipse'- a zonas aun más seguras para evitar que sean retenidos. 

Así, a última hora de ayer, el dueño del Chelsea y la mayor parte del accionariado del gigante del acero Evraz PLC decidió dirigir 'My Solaris' hacia Estambul, puerta del Estrecho del Bósforo y entrada al Mar Negro. 

Ese fue el destino emitido por el transpondedor del Puente de Mando y recogido por el portal Marine Traffic, aunque sólo estuvo disponible durante unos minutos, tal y como comprobó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio. 

Rápidamente, la información sobre el destino de la nave pasó a ser "Esperando órdenes". Sin embargo, pasadas las 23.00 horas, el yate, de 140 metros de eslora y valorado en 500 millones de euros, emprendió rumbo al sur para salir del Mar Adriático en dirección al Mar Jónico en el tránsito a su nuevo destino.

Su última parada, de acuerdo a la última información aportada por la nave, será Estambul, a cuyo puerto estaría previsto que llegase el día 19 y donde no le afectarían las sanciones impuestas por la Unión Europea, al no ser Turquía estado miembro. Pero esta podría ser solo una parada en su trayecto a algún puerto ruso del Mar Negro. 

El propio oligarca, cuya fortuna está valorada en 6.500 millones de euros tras el brutal desplome de sus activos, habría aterrizado en Moscú este martes tras haber sido visto en el aeropuerto israelí Ben Gurion, según informaron varios medios británicos.

El dueño del club de fútbol londinense fue fotografiado mientras esperaba en una sala VIP del citado aeródromo, llevando una mascarilla. Presumiblemente se embarcó luego en un jet de su propiedad que partió hacia Moscú, haciendo una breve parada en Turquía, de acuerdo datos del portal de rutas aéreas Flightradar24. 

El mismo rumbo ha cogido su yate 'My Solaris', construido en 2021 en el astillero alemán Lloyd Werft en Bremerhaven y cuyo tamaño es más grande que el Buckingham Palace, según informó en su día el rotativo 'The Sun'.

Roman Abramovich, este lunes, en un aeropuerto israelí. Reuters

El megayate, que tiene motores eléctricos, cuenta con 48 camarotes, una piscina, jacuzzi, spa y un helipuerto. Su tripulación estimada es de alrededor de 60 personas. 

Antes de atracar en Montenegro, el barco estuvo amarrado durante alrededor de diez días en los astilleros MB92 del Puerto de Barcelona, donde se realiza mantenimiento y reparación de embarcaciones de lujo. Fue el día 8, hace justo una semana, cuando partió hacia Tivat. 

Montenegro, tal y como reveló este periódico, es considerado un destino seguro por los multimillonarios cercanos al Kremlin ya que, como todavía no es integrante de la Unión Europea, no está en obligación de cumplir las sanciones impuestas por Bruselas, pese a ser incluso integrante de la OTAN.

De hecho, otro oligarca del sistema paraestatal ruso, Vagit Alekperov, ex viceministro del Petróleo de la Unión Soviética y presidente de la petrolera rusa Lukoil, también dirigió su yate, el 'Galactica Super Nova', al puerto de Tivat. 

Atracó allí el uno de marzo tras partir también desde Barcelona días antes. El día 2, sin embargo, dejó de comunicar su señal a los satélites. Su último posicionamiento es precisamente en la costa Adriática frente a Montenegro.  

Cruzando el Mediterráneo

Entretanto, el segundo megayate de Abramovich, Eclipse, construido en 2012 en los astilleros Blohm + Voss en Hamburgo, y que cuenta 170 metros de eslora, también se dirige hacia el este del Mediterráneo, presumiblemente hacia Estambul de igual forma. 

Según la última señal comunicada al portal Marine Traffic a las 8.00 de la mañana -a partir de ahí dejó de informar de su situación-, su localización es frente a la costa de Argelia, navegando a una media de 6,5 nudos.

La nave, que es el segundo yate privado más grande del mundo -su valor está por encima de los 550 millones de euros-, lleva ya casi dos semanas navegando, ya que partió el pasado día 2 de marzo de Philipsburg (ciudad holandesa de la isla caribeña de San Martín).

El 'Eclipse' cuenta con dos helipuertos, dos piscinas, varios jacuzzis y discoteca. Tiene tres lanchas y un minisubmarino con capacidad para tres personas. El barco cuenta con sistemas de detección de intrusos y un sistema de defensa antimisiles de fabricación alemana. De igual forma, hay dormitorios de la nave que están equipados con vidrio blindado. 

Con el repliegue de sus barcos, Abramovich pone a salvo dos importantes activos financieros y evita que sean retenidos como le ha ocurrido al magnate multimillonario del carbón y fertilizantes Andrei Melnichenko, cuyo yate "SY A" fue congelado en Trieste (Italia) -su dueño no puede venderlo-.

O a Alisher Usmánov, cuyo megayate Dilbar, de 156 metros de eslora, fue el primero en ser retenido a principios de marzo en Hamburgo dentro de las sanciones impuestas por la Unión Europea. 

Precisamente ayer, España comenzó las incautaciones de megayates de oligarcas rusos reteniendo en el Puerto de Barcelona el yate 'Valerie', propiedad de Sergey Chemezov, un viejo amigo del presidente ruso desde que ambos trabajaran para la KGB en la Alemania Oriental.

Chemezov está al frente del conglomerado público Rostec, una de las piezas clave del complejo militar-industrial ruso.

El megayate, valorado en unos 140 millones de euros, se encontraba también en el astillero de MB92 del Puerto de Barcelona.

Este astillero, que tiene capacidad para albergar 25 barcos de gran tamaño, tiene una plantilla de 170 empleados, pero da trabajo a otras mil personas más, que realizan todo tipo de trabajos sobre los yates (pintura, carpintería...).  

Yate de superlujo 'Valerie'. Reuters

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue quien informó ayer de esta incautación asegurando que las sanciones "al régimen de Putin" y a "los oligarcas" están teniendo efecto. 

Sánchez advirtió de que son operaciones complejas porque estas personas tienen muchas sociedades interpuestas y "muchas pantallas" y por tanto se necesita compartir información entre servicios de inteligencia dentro y fuera de la Unión Europea.

"Tenemos que actuar de manera contundente y dar con dureza a Putin, a su régimen y a su oligarcas, que en este sistema de corrupción se han enriquecido oprimiendo al pueblo ruso", ha añadido.

En el puerto de Barcelona sigue habiendo otro yate propiedad de un oligarca ruso y que todavía no ha sido intervenido. Se trata del ‘Aurora’, propiedad de Andrey Molchanov, un magnate de la construcción y del negocio inmobiliario que ha ocupado varios cargos públicos bajo el paraguas de Putin.