La Europa que está emergiendo de esta crisis en Ucrania es muy probable que vuelva a ser un campo fortificado repleto de bases militares con dos alianzas militares, armadas hasta los dientes y mirándose de reojo, al igual que sucedió durante la segunda mitad del siglo pasado. Dejando a un lado la contención mostrada hasta el momento, la Administración de Joe Biden está debatiendo la posibilidad de enviar miles de soldados a Europa del Este y a las repúblicas bálticas para apuntalar su seguridad en caso de una invasión por parte de Rusia de la exrepública soviética vecina, según ha informado 'The New York Times'.

Entre sus exigencias de seguridad, Rusia demanda que las tropas de la OTAN se retiren de los países que integraron el Pacto de Varsovia y que ahora son miembros de la Alianza Atlántica desde hace más de dos décadas. Pero en el caso de que comiencen las hostilidades, los soldados estadounidenses estarán a apenas 150 kilómetros de San Petersburgo, que es exactamente la distancia que separa a la frontera de Estonia de la segunda ciudad rusa. Según los planes debatidos durante el fin de semana en la residencia de Camp David, el primer contingente de militares oscilaría entre un millar y 5.000 soldados, aunque Washington está dispuesto a aumentar esta cifra por diez según evolucione la situación, lo que convertiría a las tres pequeñas repúblicas bálticas en un enclave rodeado de territorio hostil, algo similar a lo que sucedió con Berlín Occidental durante la guerra fría del siglo XX. Según algunos observadores, el Gobierno estadounidense, con la filtración de la noticia a la prensa intenta enviar el mensaje a Moscú de que, en caso de ataque, logrará exactamente lo contrario a lo que estaba pretendiendo.

Foto de archivo de soldados del batallón de voluntarios de Ucrania "Azov" en 2015. EFE

"Incluso si estamos comprometidos con la diplomacia, estamos concentrados en apuntalar la defensa, en reforzar la disuasión", ha declarado el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, en una entrevista con la CBS. "La OTAN continuará reforzándose de forma significativa si Rusia comete nuevos actos de agresión; todo esto está sobre la mesa", ha continuado el jefe de la diplomacia. El anuncio del envío de tropas podría hacerse esta misma semana, un periodo clave, en el que Moscú recibirá la respuesta escrita a las garantías de seguridad que ha planteado y que podría significar la continuación o la ruptura de la vía diplomática. En estos momentos, la OTAN tiene desplegados a 4.000 militares en Polonia y otros 4.000 efectivos en las repúblicas bálticas.

"Histeria informativa"

Según Moscú, toda la escalada militar es producto de la "histeria informativa" y obedece a "acciones informativas y concretas que emprenden EEUU y la OTAN", ha asegurado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Las declaraciones que publica la OTAN sobre el incremento de tropas y el envío de fuerzas y armamento al flanco oriental, esto es lo que incrementa la tensión", ha continuado.

Según la versión del Kremlin, es Ucrania el país que prepara acciones ofensivas, dada "la concentración ingente de fuerzas y armamentos" en las regiones próximas a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. "El carácter de esta concentración habla de preparativos de acciones ofensivas, y realmente esa amenaza hoy existe", ha denunciado Peskov.

La escalada bélica no está sentando nada bien a la economía rusa. El rublo se ha depreciado con fuerza este lunes en los mercados de valores, perdiendo el 1,2% y el 1,5% de su valor frente al dólar y al euro respectivamente, mientras que la Bolsa de Moscú caía con fuerza, perdiendo el índice RTSi denominado en la divisa norteamericana más de un 7% de su valor.