La Unión Europea y Estados Unidos continúan multiplicando contactos para evitar la escalada de las tensiones en la frontera entre Rusia y Ucrania, donde el presidente Vladimir Putin mantiene concentrados más de 100.000 soldados. Una amenaza que ha llevado a Washington a tomar la delantera a sus aliados europeos y recomendar la salida del personal diplomático no esencial del país como medida de prevención ante una eventual agresión rusa. Una decisión de la que se han desmarcado este lunes los ministros de exteriores de la UE que ha celebrado un encuentro virtual con el secretario de estado estadounidense, Antony Blinken, previo a la videollamada de este lunes entre Joe Biden y sus homólogos de Reino Unido, Alemania, Francia, Polonia, Italia y los máximos responsable de la Comisión Europea, el Consejo y la OTAN para hablar de planes ante todos los escenarios posibles.

“Tras escuchar al secretario Blinken no creo que sea necesario que nosotros adoptemos ninguna medida de precaución de este tipo en relación a nuestro personal en Ucrania”, ha explicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sobre la decisión de Washington que sí han decidido seguir el Reino Unido y Australia. “Hay un acuerdo completo entre los estados miembros de que esta medida de precaución no es necesaria”, ha añadido horas después de asegurar que no hay que “dramatizar” porque las negociaciones continúan y no hay ningún elemento que aumente el miedo a un ataque inminente.

En la misma línea se ha pronunciado tras escuchar a Blinken el ministro de exteriores español, José Manuel Albares, que ha clarificado que España no se plantea evacuar a los alrededor de 500 españoles que viven en Ucrania. “No nos planteamos en estos momentos evacuar a nuestra colonia ni tampoco la embajada” pero “cualquier evolución reaccionaríamos con rapidez”, ha explicado recordando que “la situación es suficientemente tensa” y que no hace falta agravarla haciendo “política ficción”. Según Albares, cuyo ministerio actualizó el viernes las recomendaciones de viaje a Ucrania y este martes comparecerá a petición propia en el Congreso, aunque el diálogo que existe puede ser tenso, "es diálogo" y “añadir tensión no es necesario”, ha zanjado. 

1.200 millones para Ucrania

Según fuentes diplomáticas, los Veintisiete no solo no ven innecesario sacar a su personal del país sino que lo consideran contraproducente y enviaría una señal negativa en un momentos en el que lo que Ucrania necesita es apoyo sobre el terreno. Precisamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este lunes el desembolso de 1.200 millones de euros en un nuevo paquete de ayuda financiera al país, que ha coincidido con una reunión de ministros de exteriores focalizada en la seguridad en Europa y la crisis entre Rusia y Ucrania.

Los Veintisiete han vuelto a condenar “las continuas acciones agresivas y amenazas de Rusia contra Ucrania”, han advertido de que la seguridad europea es "indivisible" y han avisado de que cualquier desafío afectará a la seguridad de toda Europa. “La noción de 'esferas de influencia no tiene cabida en el siglo XXI” señalan reiterando su apoyo “inquebrantable” a la independencia, soberanía y la integridad territorial de Ucrania y a otros socios de la vecindad oriental en sus fronteras internacionalmente reconocidas. La declaración también incluye un llamamiento a Moscú a rebajar la tensión, respetar el derecho internacional y comprometerse con un diálogo constructivo. 

Sanciones en caso de agresión

De no seguir este camino, cualquier “nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y costes elevados”, advierten. Los Veintisiete siguen sin precisar ni detallar el tipo de sanciones que acarreará un ataque, ni definir qué tipo de acciones desencadenarán la reacción, porque “parte de la disuasión es no dar información”, ha justificado Borrell que si ha indicado que los preparativos están “muy avanzados” y que se aprobarán en caso de agresión. “Una de las cosas en las que estamos de acuerdo es que no se puede hacer disuasión dando detalles. No permitamos que nadie pueda hacer un cálculo de si le sale beneficioso lo que intenta hacer frente al coste que puede tener” pero “las sanciones serán masivas”, ha añadido Albares insistiendo en la unidad europea.

“Rusia debería saber, (el presidente Vladimir) Putin debe saber que el precio de utilizar la provocación y la fuerza militar para cambiar las fronteras en Europa será muy muy alto. Estamos preparados para adoptar las sanciones más severas, más severas que las de 2014”, ha recordado el danés Jeppe Kofod sobre un castigo “nunca visto hasta ahora” con el que algunas delegaciones se muestran algo más escépticas. “Unidad no quiere decir homogeneidad” apuntan fuentes diplomáticas que reconocen que hay diferentes sensibilidades y matices entre los Veintisiete pero que todos tienen claro cuál es el interés de la UE.