El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, supendió este lunes los poderes de su primer ministro, Mohamed Hussein Roble, hasta que se complete la investigación de un supuesto caso de corrupción en su contra.

Dado que sobre Roble pesan "denuncias de corrupción y malversación de fondos públicos, y se está llevando a cabo una investigación para determinar las acusaciones, el trabajo y los poderes del primer ministro han sido suspendidos en espera de una investigación", afirmó la Presidencia en un comunicado.

"Se insta a todos los funcionarios del Gobierno a abstenerse de malversación de fondos públicos y a acatar las leyes y reglamentos del país", agregó la nota oficial.

El presidente también ordenó la suspensión del comandante de la Armada de Somalia, general de brigada Abdihamid Mohamed Dirir, quien previamente había acusado al primer ministro de apropiación de tierras y uso indebido de terrenos públicos.

La suspensión se anunció después de que este domingo ambos mandatarios airearan sus diferencias sobre la organización de las elecciones en este país del Cuerno de África.

En un comunicado, la Presidencia señaló que Roble "representa una seria amenaza para el proceso electoral y se extralimita en su mandato".

La oficina del primer ministro respondió diciendo que el presidente Farmaajo había empleado "tanto tiempo, energía y finanzas en frustrar las elecciones nacionales", que estaba "descarrilando el proceso electoral".

Aunque la fecha límite para que Somalia complete sus elecciones parlamentarias era el 24 de diciembre, hasta ahora sólo 24 de los 275 parlamentarios de la Cámara Baja han sido elegidos después de que esos comicios comenzaran el 1 de noviembre.

Los 54 senadores de la Cámara Alta del Parlamento ya fueron designados en los estados que conforman el país.

Las elecciones presidenciales estaban programadas en Somalia para el pasado 10 de octubre, pero no se pudieron celebrar por desacuerdos políticos.

El mandato del presidente somalí venció el pasado 8 de febrero y el día 12 de ese mes la Cámara Baja votó a favor de prorrogarlo dos años, decisión que rechazó el Senado al considerarla inconstitucional por carecer de la aprobación de ambas Cámaras.

Crisis política en Somalia

La situación provocó una gran crisis política y el 25 de abril estallaron en Mogadiscio tiroteos en un enfrentamiento entre facciones opuestas del Ejército -a favor y en contra de la extensión del mandato-, que dejaron al menos 13 muertos y 22 heridos, la mayoría militares, según confirmaron a Efe fuentes médicas.

El pasado 28 de abril, Farmaajo cedió a la presión de la oposición y la comunidad internacional y anunció que rechazaba prorrogar su mandato.

El presidente también solicitó que se retomara el acuerdo del 17 de septiembre de 2020 que establecía una hoja de ruta para la celebración de las elecciones, que deberían haberse desarrollado en febrero de este año, pero que se han retrasado ya en varias ocasiones desde diciembre de 2020 por discrepancias políticos.

Ese acuerdo contemplaba un sistema indirecto basado parcialmente en clanes pese a la promesa del presidente de celebrar las primeras elecciones con sufragio universal desde 1969, un compromiso del que se acabaron desentendiendo las diferentes facciones políticas.

Según ese método, un colegio electoral de un centenar de delegados basados en clanes eligen a los miembros de la Cámara Baja, mientras los escaños del Senado se votan en los parlamentos estatales.

Finalmente, los miembros de las dos Cámaras del Parlamento eligen al presidente del país.

Demora de las elecciones

Farmaajo anunció también en abril que Roble -contrario a la extensión de su mandato- dirigiría la preparación y desarrollo de los comicios.

"Estados Unidos está profundamente preocupado por las continuas demoras y por las irregularidades de procedimiento que han socavado la credibilidad del proceso" electoral en Somalia, afirmó el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, en un comunicado divulgado este domingo.

“Es imperativo que los líderes de los estados miembros nacionales y federales de Somalia concluyan rápidamente unas elecciones parlamentarias y presidenciales creíbles, transparentes e inclusivas", agregó Price.

El estancamiento de las elecciones supone una distracción respecto a problemas muy importantes de Somalia, como la lucha contra el grupo yihadista Al-Shabaab, que controla áreas rurales del centro y sur del país, según algunos analistas.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab.