El Estado de derecho es una piedra angular de la Unión Europea pero una “cascada de disputas legales ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) no es la solución”. La cancillería alemana, Angela Merkel, ha lanzado un mensaje de calma en la que previsiblemente será su última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, si socialdemócratas, ecologistas y liberales consiguen formar gobiernos en las próximas semanas. Determinada a evitar una bronca en su posible despedida y una escalada de la tensión con Polonia, tras la sentencia del Tribunal Constitucional polaco que cuestiona la primacía del derecho europeo, la democristiana alemana ha instado al resto de líderes europeos a encontrar “formas y medios” para recuperar la unidad entorno al estado de derecho.

Un problema que, según Merkel, hay que tomarse “muy seriamente” y que no atañe solo a Varsovia pero que debe ser abordado en otros foros como la Conferencia sobre el futuro de Europa. Mientras tanto, y al igual que otros dirigentes europeos, ha apostado en tono conciliador por el diálogo. “Polonia es un gran país de la UE que debe liderar junto con otros el proyecto de integración europeo”, ha indicado en la misma línea el presidente español, Pedro Sánchez, subrayando la necesidad de encontrar “una vía constructiva de diálogo que saque a la UE y los Estados miembros de esta situación tan completa y difícil en la que se encuentra”.

Un diálogo al que no cierra la puerta el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que, sin embargo, ha vuelto a insistir que Polonia no tiene ningún problema con el Estado de derecho pero que no pueden aceptar la primacía del derecho europeo en cuestiones en áreas bajo competencia nacional. “Algunas instituciones de la UE se están apropiando del derecho a decidir sobre cuestiones en las que no los tienen. No podemos aceptar que la Comisión o el Tribunal de Justicia decidan sobre cuestiones en las que no tienen autoridad”, ha avisado. 

Crear reglas

La reunión también ha puesto de manifiesto que Varsovia tiene un fiel aliado en la UE como es el primer ministro húngaro Viktor Orbán que ha calificado a Polonia como “el mejor país de Europa” y que tachado de “ridículo” hablar de sanciones. “La primacía de la ley europea no está en el Tratado. La UE tiene primacía en las cuestiones en las que tiene competencias, la cuestión son las competencias. Los polacos tienen razón. En las cuestiones en las que no hemos transferido el derecho de crear reglas la ley nacional tiene primacía”, ha indicado. Frente a estas voces, los líderes de algunos países del norte de Europa, Bélgica y Holanda han abogado por responder con “dureza” a Varsovia. 

“Si queremos tener las ventajas de un club hay que respetar las reglas. No podemos forma parte de un club y que las reglas no se apliquen”, ha recordado el primer ministro belga, Alexander de Croo. A todos ellos, a los Veintisiete líderes europeos, la presidenta de la Comisión Europea les ha hecho una petición: que asuman su responsabilidad a la hora de proteger los valores fundamentales de la UE.