Los talibanes han admitido que "podría" no haber mujeres entre los principales cargos de su futuro Gobierno, alegando que sus integrantes serán elegidos en base a sus "méritos", lo que acrecienta el temor a una administración con nula inclusividad en materia de género.

El número dos de la oficina talibán en Doha, Inayatulhaq Yasini, ha explicado a la BBC que las mujeres "tienen derecho a estar" en la administración que se está negociando, pero ha dado a entender que su presencia, reclamada ampliamente por organizaciones defensoras de Derechos Humanos y comunidad internacional, puede ser testimonial.

Así, asume que "podría" no haber mujeres, "especialmente en los principales puestos", lo que de ser cierto constituiría por ejemplo nombrar como ministros únicamente a hombres.

Marcha de mujeres

Decenas de mujeres se han manifestado este jueves en la ciudad afgana de Herat para reclamar a los talibanes que no conforme un régimen constituido únicamente por hombres, en una protesta inédita en esta localidad desde que los insurgentes se hicieron con el control de Kabul el 15 de agosto.

Durante la marcha, de la que medios como Tolo News o la agencia Jaama han publicado imágenes, las manifestantes han exhibido pancartas en las que sostienen que "ningún gobierno es sostenible sin mujeres". Entre las asistentes había activistas, estudiantes universitarias y funcionarias.

Los talibanes han prometido que las mujeres no perderán derechos, o al menos no retrocederán a la irrelevancia que tenían en 2001, durante la anterior etapa del conocido como Emirato Islámico. Sin embargo, han dejado claro que la 'sharia' o ley islámica será la línea roja que tendrán en cuenta.

La comunidad internacional, con Naciones Unidas a la cabeza, ha pedido que se respeten también los derechos de todos los sexos. La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Pramila Patten, advirtió esta semana de que la incorporación de mujeres en la futura administración será una "prueba de fuego" para constatar el verdadero compromiso de los talibán con los derechos y las libertades.

Muertos en el Frente de Resistencia Nacional

Por otro lado, los talibanes han asegurado este jueves haber matado al menos a 34 miembros del Frente de Resistencia Nacional (FRN), entre ellos dos comandantes, en su avance en el valle de Panjshir, último reducto de resistencia ante los insurgentes.

Tal y como ha informado el portavoz de los talibán Zabihulá Muyahid a la agencia de noticias Sputnik, el movimiento se ha hecho además con once puestos de control. "Nuestros muyahidines han progresado bastante (...) Hemos llegado a la carretera principal de Panjshir", ha aseverado.

El propio Muyahid afirmó el pasado 23 de agosto que los talibán mantenían sitiado al adversario en Panjshir, pero aspiraban a resolver el conflicto pacíficamente. Situada en el noreste de Afganistán, el distrito montañoso de Panjshir se ha convertido en un bastión de la resistencia tras el regreso de los talibán al poder.

Por su parte, el FRN ha indicado en su cuenta de Twitter que en el bando talibán se han registrado 350 muertos, 287 heridos y 35 detenidos en los últimos cuatro días de combates en la zona.

Sobre las conversaciones con los talibán, el líder de la resistencia, Ahmad Masud, ha señalado que no "se está considerando" negociar con los talibán dado que su deseo es lograr un "futuro mejor para Afganistán y su población". Además, han acusado a los talibán de atacar la zona antes siquiera de anunciar la existencia de conversaciones entre las partes.

En un comunicado difundido a través de Facebook, Masud ha indicado que "tras varias décadas de lucha, siempre ha considerado que los problemas de Afganistán no tienen solución militar, algo que ahora ha cambiado".

Por su parte, el Gobierno ruso ha instado a los talibán a "abstenerse" de seguir adelante con los combates en Panjshir y ha mostrado su apoyo a las supuestas negociaciones. Sin embargo, varios medios de comunicación afganos han indicado que los talibán han puesto en marcha una operación para hacerse con el control de la zona.