La normalidad se tambalea en Israel. Apenas una semana después del levantamiento del uso de mascarillas, crece la preocupación por el aumento de casos de coronavirus. Aunque más del 60% de la población está inoculada con una de las dos dosis, la nueva variante Delta del virus pone en riesgo la práctica inmunidad conseguida en los últimos meses. Nuevos brotes locales han provocado la tasa de infección más alta en dos meses este lunes. 

Unas 125 personas han dado positivo en todo el país. Alrededor del 70% de las nuevas infecciones fueron con la variante Delta, según ha informado Chezy Levy, director general del Ministerio de Salud. Los brotes locales van desde el Ejército hasta el sistema educativo con dos soldados y nueve docentes de dos escuelas distintas infectados. Con el país cerrado a cal y canto, Israel se protege para evitar repetir los errores del pasado.

Si bien “la situación en Israel es diferente a la del resto del mundo, tenemos que hacer todo lo necesario para contener la propagación de cepas”, ha dicho Nitzan Horowitz, nuevo ministro de Sanidad. “Todo lo necesario” implica graves multas para los ciudadanos israelís que decidan viajar a países prohibidos, ante el riesgo de que entren nuevas mutaciones del virus al país. A su vez, el coordinador de la respuesta al coronavirus, Nachman Ash, ha pedido al Ejército que empiece a prepararse para reabrir los centros de testeo en todo el país. 

6.248 muertes en Israel

Hace apenas una semana, el número de infecciones diarias en Israel eran de un solo dígito y el Gobierno celebraba el levantamiento de la obligatoriedad del uso de mascarillas tanto en los interiores como en el exterior. Con 434 casos activos en un país de más de nueve millones de habitantes, el trauma social de la letal pandemia planea sobre las playas del país. El coronavirus se llevó 6.428 vidas en Israel. Aún así, los actuales números son muy bajos comparados con los alarmantes índices de mortalidad que registró el país. 

En un uniforme mapa verde destaca un diminuto punto amarillo. Es la ciudad de Binyamina. La pequeña localidad es conocida por sus bodegas pero ahora ha pasado a ser el primer municipio que cae hasta la calificación amarilla, la que da el Gobierno a aquellas ciudades con ciertas restricciones. En Binyamina hay 43 casos confirmados de coronavirus. Representan una décima parte de los positivos en Israel. El temor de que esta situación se multiplique en otros municipios preocupa a los responsables sanitarios. 

Tensión en Jerusalén

La variante Delta ha sido la causante de este pavor latente. Originaria de la India, esta cepa es altamente contagiosa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha detectado en más de 80 países hasta ahora, siendo el Reino Unido el país con el mayor número hasta ahora con decenas de miles de casos. Pese a la preocupación ante su resistencia a las vacunas, un nuevo estudio británico sugiere que la vacuna Pfizer, usada en Israel, es efectiva en un 96% contra la hospitalización o muerte causada por la variante Delta. 

Mientras, tras la polémica por las vacunas caducadas mandadas por Israel, la tensión no abandona a Palestina. El barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén Este ha vuelto a ser escenario de violencia con una veintena de palestinos heridos por los enfrentamientos con los colonos ultraortodoxos y la policía israelí. Hace más de un mes, el pasado 10 de mayo, fue la represión de los agentes contra manifestantes palestinos en la Ciudad Santa lo que propició el lanzamiento de cohetes de Hamás.