El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reveló este miércoles que le transmitió su homólogo ruso, Vladímir Putin, que las consecuencias serán devastadoras para Rusia si muere el opositor ruso Alexéi Navalni.

Biden hizo estas declaraciones en una rueda de prensa tras la cumbre de este miércoles con Putin en Ginebra y poco después de que el ruso diera la suya por separado. 

Durante su comparecencia ante los medios, Putin dijo que Navalni infringía deliberadamente las leyes rusas aunque era consciente de que el castigo sería la cárcel. 

Ante la situación del opositor ruso, Biden se preguntó en su rueda de prensa: "¿Qué piensan que ocurre cuando él (Putin) dice que no es por dañar a Navalni, y todas las cosas que dice para racionalizar el tratamiento a Navalni, y luego muere en prisión?".  

Putin había revelado anteriormente que el tema de derechos humanos y la situación de Navalni fueron abordados en la cumbre por iniciativa de la parte estadounidense. 

"El presidente Biden mencionó el tema de los derechos humanos y de las personas que creen representar estos asuntos en Rusia", señaló Putin. 

El líder ruso también comentó la reciente ilegalización del Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalni en Rusia al asegurar que esa organización "hizo llamados públicos al desorden, incitó públicamente a menores a participar en manifestaciones callejeras y dio instrucciones sobre cómo fabricar cócteles mólotov para usarlos contra agentes del orden".

Por encima de las expectativas

La cumbre, en la que pocos creían y de la que se esperaban resultados mínimos, culminó con una lectura por parte de ambos líderes muy por encima de las expectativas, con la promesa de tomar medidas concretas en favor de la seguridad estratégica y de la ciberseguridad, mientras que el pragmatismo prevaleció en los temas que los enfrentan.

El encuentro "cara a cara" por el que presidente Biden había apostado tuvo un resultado del que ambos jefes de Estado se mostraron satisfechos y así lo evidenciaron en las conferencia de prensa que ofrecieron por separado, en las que no expresaron contradicciones graves, aunque sí posiciones divergentes en los temas que ya se sabe que son irreconciliables, asegurando que sus reuniones se desarrollaron en un tono constructivo y respetuoso.

Putin dijo que veía "destellos de confianza y de esperanza", y aseguró que ni él ni Biden buscaron ejercer presión el uno sobre el otro.

Por su parte, Biden dijo que se iba de Ginebra "con la genuina perspectiva de que, en general, podemos mejorar nuestras relaciones".

El primer resultado, que se daba por descontado si no se quería hablar de fracaso, fue el anuncio de que los embajadores de los dos países volverán a sus puestos, después de que en abril pasado ambos gobiernos expulsaran a diplomáticos del otro país en un momento de fuerte tensión.

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Encuentro entre Joe Biden y Vladimir Putin en Ginebra. Reuters / EFE

Pero el diálogo entre ambos tuvo más resultados concretos, como el acuerdo de crear grupos de trabajo sobre seguridad estratégica con el fin de establecer un mecanismo para lidiar con el tema del control de armas y reducir el riesgo de un conflicto accidental.

Sobre la ciberseguridad, un asunto de gran preocupación para EEUU por los graves ataques que ha sufrido en los últimos meses contra sectores claves, como el de aprovisionamiento energético, Putin dijo que había que comenzar a trabajar a nivel de expertos "en el interés de los dos países".

Evitar otra Guerra Fría

Estados Unidos sostiene que los ataques proceden de grupos de ciberdelincuentes que operan en territorio ruso y no permiten la reanudación de las operaciones paralizadas hasta que no se les pague un rescate, lo que hace que la cooperación de Moscú sea fundamental en esta materia.

Biden reveló que entregó a Putin un listado de 16 entidades específicas que gestionan infraestructuras críticas, que van desde la energía hasta los sistemas de suministro de agua, y que deben estar totalmente protegidas de cualquier ciberataque.

Aseguró que si en algún momento alguna de esas infraestructuras es atacada, su país también tiene los recursos cibernéticos para responder, aunque matizó su comentario agregando que nadie quiere llegar a esto ni repetir la vieja historia de la Guerra Fría.

Pragmatismo

Todo indica que aunque ambos presidentes llegaron a la cumbre de Ginebra habiendo hecho advertencias y tomando posiciones que parecían de confrontación, una vez frente a frente imperó el pragmatismo, incluso en dos temas en los que los desacuerdos son de proporciones.

El presidente estadounidense explicó a los periodistas que los derechos humanos forman parte de los valores de la democracia "que están en el ADN de Estados Unidos" y que no hablar de ello hubiese sido "la negación de lo que somos".

Sobre Ucrania, un tema de preocupación mayor para los aliados europeos de EEUU, los mandatarios acordaron reavivar la vía diplomática, aunque Rusia dijo que lo que busca en este país es "estabilidad".

Después de haber abordado una agenda tan amplia y a la pregunta de si confía en Putin, Biden dijo que los hechos hablarán por si mismos y que habrá que esperar entre dos y seis meses para ver lo avanzado en los temas acordados.