Unas 75.000 personas han abandonado sus hogares en la Franja de Gaza para escapar de los bombardeos israelíes, según una nueva estimación de la ONU, que ha reclamado el cese "inmediato" de la escalada de tensiones entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las milicias palestinas.

Al menos 230 palestinos han muerto por los ataques de Israel, que han dejado también más de 1.700 heridos. En la parte israelí han perdido la vida una docena de personas, fruto de los proyectiles disparados desde el territorio costero desde la semana pasada.

Al balance de muertos y heridos se sumaría también el de otros damnificados como los desplazados, que según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU ya suman unos 75.000. De ellos, unos 47.000 han buscado refugio en 58 escuelas de la agencia de ayuda UNRWA, mientras que otros 28.700 están en domicilios particulares.

La ONU espera una "pausa humanitaria" para poder al menos llevar bienes esenciales a la Franja, un territorio en el que viven alrededor de dos millones de personas y cuyos accesos controla Israel. En este sentido, ha planteado corredores humanitarios y ha instado a todas las partes a respetarlos.