Dos terremotos de magnitud 6,1 y 6,2 sacudieron este sábado las islas Kermadec, un archipiélago perteneciente a Nueva Zelanda, sin que las autoridades informaran de daños materiales ni emitieran una alerta de tsunami.

El primer seísmo ocurrió a las 20.16 hora local (7.16 GMT) y el hipocentro del seísmo fue localizado a 13 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino en el océano Pacífico, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en todo el mundo.

El temblor tuvo lugar 833 kilómetros al suroeste de Ohonua, la localidad más cercana y principal población de la isla de Eua, en el país polinesio de Tonga.

El segundo, de magnitud 6,2, golpeó unas cuatro horas más tarde y a unos 10 kilómetros de profundidad en la misma área.

Las islas Kermadec, situadas entre Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, con la excepción del personal de la base permanentemente instalada en la isla de Raoul, que tiene una estación meteorológica y de radio.

En la madrugada del viernes, las autoridades neozelandesas activaron la alerta de tsunami dos veces, para luego levantarlas, tras varios fuertes seísmos, incluido uno de magnitud 7,3 frente a la coste nororiental y otro de magnitud 8,1 cerca de las Kermadec.

Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.