Rusia se defendió este domingo de las críticas de los Veintisiete por la decisión de expulsar a tres diplomáticos europeos por presuntamente participar en protestas no autorizadas en favor del encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni.

"Lamentablemente, nos vimos forzados a tomar medidas, que simplemente nos obligaron a adoptar", dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, a la televisión pública. Zajárova subrayó que los tres diplomáticos expulsados de Alemania, Polonia y Suecia, "participaron en actos que no estaban autorizados, es decir, en acciones ilegales".

El anuncio de la expulsión coincidió con la visita el viernes del alto representante para Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, quien se enteró de la noticia durante el almuerzo con su colega ruso, Serguéi Lavrov, al que pidió inmediatamente explicaciones y expresó su malestar. "No estaban manifestándose", sino haciendo su trabajo al "observar" la situación en Rusia por el caso Navalni, dijo Borrell a un grupo de medios tras reunirse con Lavrov. Además de su enérgica condena, Borrell también sostuvo que la decisión "debe ser reconsiderada".

Seguidamente, fue la canciller alemana, Angela Merkel, quien calificó de "injustificada" la declaración de persona non grata, a lo que su ministro de Exteriores, Heiko Maas, agregó que dicha medida "enturbia las relaciones de Rusia con Europa".

Rusia declaró el viernes persona non grata a los tres diplomáticos por acudir a las protestas antigubernamentales en apoyo de Navalni, quien fue condenado el pasado martes a 3,5 años de prisión por un antiguo caso penal, aunque solo tendrá que cumplir 2 años y ocho meses.

El Ministerio de Exteriores convocó a los embajadores de los tres países afectados para expresar su "protesta" a raíz de la participación de funcionarios de los consulados de Suecia y Polonia en San Petersburgo, y de la Embajada de Alemania en Moscú en la jornada de protestas del pasado 23 de enero. El departamento que dirige Lavrov subrayó que se trata de acciones "inadmisibles que no se corresponden con su estatus diplomático".

A su vez, Zajárova lamentó este domingo que la UE no haya reaccionado al vídeo que Lavrov le envío a Borrell antes de su llegada a Moscú con imágenes del desproporcionado uso de la fuerza por parte de la policía europea y la agresividad de los manifestantes antigubernamentales rusos. "No hemos recibido otra respuesta que el silencio. Sólo silencio, sin argumentos, ya que no los puede haber", dijo.

Más de 11.000 personas, según fuentes independientes, han sido detenidos en las protestas antigubernamentales de las últimas semanas en las principales ciudades rusas. Los defensores de los derechos humanos han denunciado numerosos casos de uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad rusas, a lo que hay que sumar las críticas a las condiciones de reclusión de los detenidos, muchos de ellos jóvenes.

Navalni ha decidido cesar por el momento las protestas antigubernamentales, que se reanudarán en primavera, según informaron sus aliados, decisión que ha recibido no pocas críticas en las redes sociales.