Un agente de policía de la ciudad de Rochester, en el estado de Nueva York, fue suspendido y a otros dos se les impuso una baja administrativa después de que esposaran y rociaran con gas pimienta a una niña de 9 años, un episodio recogido en vídeo y que generó una fuerte indignación.

"Lo que ocurrió el viernes fue simplemente horrible y ha indignado con razón a toda nuestra comunidad", señaló en un comunicado la alcaldesa de Rochester, Lovely Warren, quien explicó que los tres individuos estarán suspendidos hasta que termine la investigación y se tomen medidas definitivas.

La regidora dio a conocer a última hora del lunes las acciones disciplinarias contra los agentes, después de que una manifestación exigiera reformas policiales en respuesta a este último incidente.

"Rochester tiene que aceptar que tiene un verdadero problema de responsabilidad policial y este alarmante incidente exige una investigación completa que envíe el mensaje de que este comportamiento no será tolerado", dijo en una nota el gobernador del estado, Andrew Cuomo.

El político demócrata subrayó que, como padre, el episodio le rompió el corazón: "así no es como la policía debería tratar a nadie, mucho menos a una niña de 9 años".

El incidente tuvo lugar el pasado viernes, cuando varios agentes respondieron a una llamada por problemas familiares en un domicilio.

Según el relato policial, la niña de 9 años indicó que quería quitarse la vida y matar a su madre y, tras la llegada de los agentes, intentó escapar.

En el vídeo captado por las cámaras que portan los agentes y publicado por la Policía, puede verse cómo los agentes la esposan mientras la menor pide que la dejen y grita pidiendo ver a su padre, antes de ser metida por la fuerza en la parte trasera de un vehículo.

Según la Policía, la intención era evitar que se hiciera daño a sí misma y trasladarla a un centro médico.

En las imágenes se ve cómo la niña trata de resistirse, impidiendo a un agente cerrar la puerta del coche patrulla y cómo, a continuación, es rociada en la cara con un spray de pimienta.

La policía de Rochester tiene un amplio historial de denuncias de abusos y el pasado septiembre la alcaldesa despidió al hasta entonces jefe del departamento después de la muerte de un hombre afroamericano por asfixia, después de que los agentes le colocaran una capucha, y luego trataran de tapar lo ocurrido.