El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insistió este jueves en su crítica al confinamiento y otras medidas de prevención contra la covid-19, en momentos en que la pandemia se acelera nuevamente en el país, incluso con una nueva variante nacional.

"Es un apelo que hago a los gobernadores. Solo una opinión, pero esa política de cerrar todo y quedarse en casa no funcionó", dijo el mandatario durante la inauguración de un puente entre los estados de Sergipe y Alagoas, en el noreste del país.

Bolsonaro declaró que "el pueblo brasileño es fuerte y no tiene miedo del peligro" y apuntó: "Los vulnerables son los ancianos y las personas con comorbilidad, pero el resto, tiene que ir a trabajar".

En las últimas semanas, la pandemia en Brasil se agudizó y el número de muertes diarias volvió a superar el millar, como ocurría a mediados del año pasado, cuando se consideraba que el país, uno de los más afectados del mundo, había alcanzado el pico.

También este mismo mes fue detectada una mutación del virus, que algunos científicos consideran más agresiva y transmisible, que asusta al mundo y surgió en el estado Amazonas, una región que atraviesa por el peor momento de la crisis sanitaria.

Esa situación llevó a algunos Gobiernos regionales y municipales a volver a restringir la circulación de personas y adoptar hasta medidas de confinamiento, que Bolsonaro siempre ha criticado.

"Si fuera alguno de los muchos de ustedes que son obligados a quedarse en casa, con esposa y tres hijos, me daría vergüenza", dijo dirigiéndose a quienes asistían al acto, a los que pidió "entender que el confinamiento solo lleva a la miseria".

Tras subrayar que "la economía y la vida van de la mano", el jefe de Estado volvió a garantizar que el país contará con las vacunas necesarias para inmunizar a sus 210 millones de habitantes.

Insistió en que una vez aprobadas por las autoridades sanitarias del país, su Gobierno "comprará las vacunas que sean", pese a que él mismo ha puesto en duda en forma reiterada la eficacia de esos antídotos, que más de una vez ha calificado de "experimentales".

Según Bolsonaro, mientras "Europa y algunos países de Suramérica no tienen vacunas", en Brasil "han comenzado a llegar y van a seguir llegando para vacunar a toda la población en un corto espacio de tiempo".

Según los datos oficiales, con sus 210 millones de habitantes, Brasil cuenta hasta ahora con unas doce millones de dosis, que han comenzado a ser aplicadas este mes en los profesionales de la salud y otras personas consideradas de riesgo.