El primer ministro italinao, Giuseppe Conte, ha presentado su dimisión para posteriormente negociar una nueva mayoría, que incluiría Italia Viva de Matteo Renzi y otras fuerzas centristas. El Ejecutivo ha estado reunido desde primera hora de la mañana para buscar una solución al callejón sin salida en el que se encuentra el primer ministro, que no ha conseguido los apoyos necesarios y ante el riesgo de caer el próximo miércoles en el Senado en la votación sobre la gestión del titular de Justicia, Alfonso Bonafede, miembro del Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

Su coalición de Gobierno, conformada por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S), el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y Libres e Iguales (LeU, izquierda), perdió el respaldo clave de Renzi el 13 de enero por su desacuerdo con el plan de recuperación para la pandemia.

El lunes pasado, Conte logró la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados mientras que se quedó con la mayoría simple en el Senado, y esto gracias al apoyo de un grupo heterogéneo de diputados y senadores del Grupo Mixto. El resultado también fue posible por la abstención de los 29 diputados y 18 senadores de Renzi.

Desde entonces Conte ha intentado aglutinar estos apoyos puntuales en un grupo parlamentario para que hiciera de "cuarta pata" para su coalición y recuperar así la indispensable mayoría absoluta en las dos cámaras, pero finalmente no ha sido posible.

Cita comprometida

En este contexto, el Gobierno afrontaba esta semana una votación en el Parlamento en la que podría quedar por primera vez en minoría: la gestión de 2020 del ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, uno de los miembros más cuestionados del M5S y del Gobierno. Y muy probablemente su informe de gestión no logrará convencer a la mayoría de los parlamentarios, sobre todo por su criticada reforma de la prescripción de delitos y por la excarcelación de mafiosos para aligerar las cárceles al inicio de la pandemia. Ante este escollo, constatando su debilidad en el Parlamento, Conte decidió finalmente presentar su dimisión.

El objetivo ahora es lograr otro mandato para formar Gobierno y sumar el apoyo de centristas, díscolos de la Forza Italia de Silvio Berlusconi o incluso una negociación para una vuelta de Renzi con el objetivo de terminar la legislatura en 2023.

El M5S, primer partido del Parlamento tras las elecciones de 2018, y el PD insisten en apoyar a Conte como primer ministro, ante las voces que sugieren un cambio al frente del Ejecutivo.

La opción más alejada sería un adelanto electoral, habida cuenta de la pandemia y de que se tendría que votar antes de julio, cuando comienza el denominado "semestre blanco", el periodo que precede al cambio del presidente de la República en el que no se permite disolver el Parlamento.

El "no" más rotundo a un apoyo a Conte llega de la oposición de ultraderecha, la de la Liga de Matteo Salvini y de los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, que exigen elecciones, conscientes de que todos los sondeos les otorgan buenos resultados.