Alemania ha prorrogado hasta el 14 de febrero las actuales restricciones, que implican el cierre casi total de la vida pública y las clases presenciales, pese a la desaceleración de los contagios y ante al temor a la propagación de nuevas mutaciones de la covid.

La canciller Angela Merkel informó de esa prórroga al término de su reunión con los líderes regionales, así como de la implantación del uso obligatorio mascarillas quirúrgicas o FFP2 en el transporte público y comercios, y la extensión del teletrabajo en todos los ámbitos laborales donde sea posible.

No hubo acuerdo, en cambio, para imponer un toque de queda nocturno a escala nacional, como proponía la canciller respaldada por expertos, por falta de acuerdo de los 'Länder', ya que algunos lo consideraban innecesario.

"Las cifras van en retroceso, pero la evolución en Reino Unido y otros países nos hacen no bajar la guardia", indicó la líder alemana, para añadir que en la propia Alemania se han detectado ya algunos casos relacionados con esas nuevas variantes, aunque no se ha concretado su alcance.

Este peligro obliga, a juicio de la canciller, a mantener las restricciones introducidas entre noviembre y diciembre, que en principio iban a estar vigentes hasta principios de enero. Ya en una anterior reunión con los poderes regionales se decidió alargar hasta finales de este mes, a lo que sigue ahora esta nueva prolongación.

Desde noviembre está cerrada en Alemania el conjunto de la vida cultural, el ocio y la gastronomía, cierre que en diciembre se extendió al comercio y servicios no esenciales; tras las vacaciones de Navidad no se reanudó la actividad escolar presencial regular.

En la anterior reunión de principios de enero se introdujeron, además, restricciones a la movilidad -en un radio de 15 kilómetros alrededor de la localidad o distrito afectado- donde se superen los 200 casos semanales por 100.000 habitantes.

La reunión de este martes -en formato virtual- sigue a una consulta celebrada este lunes en la Cancillería, con intervención de expertos y virólogos de referencia del país, que alertaron de los riesgos de propagación de nuevas mutaciones.

El Instituto Robert Koch (RKI) de virología verificó este martes casi mil muertos con o por la covid-19, después de varios días con cifras a la baja. Se ha observado además una clara desaceleración de nuevos contagios -11.369 en las últimas 24 horas, frente a los más de 30.000 que llegaron a registrarse hace pocas semanas-.

En el conjunto de Alemania, la incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 131,5 casos por cada 100.000 habitantes. En diciembre se había registrado una incidencia máxima de 197,6 casos semanales.

El máximo de contagios se registró el 18 de diciembre con 33.777 nuevas infecciones, y el de muertos, el pasado jueves, con 1.244 en 24 horas.

La cifra total de víctimas mortales en toda la pandemia se sitúa ya en 47.622, mientras que la de contagios verificados asciende a 2,052 millones.