El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vetó este miércoles la ley con el presupuesto anual de defensa por valor de 741.000 millones de dólares, aprobado por el Congreso, que no obstante podría contar con los votos para anular la decisión del mandatario.

En un mensaje dirigido a la Cámara de Representantes para informar de su veto, Trump afirmó que devolvía sin aprobación la llamada Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2021, porque "desafortunadamente no incluye medidas cruciales de seguridad nacional".

Además, engloba "provisiones que no respetan a nuestros veteranos y la historia de nuestras Fuerzas Armadas, y contradice los esfuerzos por parte de mi Administración para poner a EE.UU. primero en nuestra seguridad nacional y acciones de política exterior. Es un 'regalo' para China y Rusia", afirmó Trump.

El mandatario saliente no lo precisó pero podría referirse a las instrucciones dadas para que el Pentágono cambie las denominaciones de aquellas instalaciones con nombres de líderes de la Confederación sureña en la Guerra Civil (1861-1865), que se consideran como un símbolo racista del legado de esclavitud.

Acto seguido Trump fue desgranando uno por uno los puntos que le desagradan de la norma.

Aseguró que varias disposiciones contradicen la política exterior de su Administración, y en concreto sus "esfuerzos para traer a las tropas a casa": "Me opongo a guerras sin fin, como el público estadounidense".

A su juicio, "la ley pretende restringir la capacidad del presidente para retirar las tropas de Afganistán, Alemania y Corea del Sur. No es solo esto una mala política, sino también inconstitucional".

Recordó que la Carta Magna concede al presidente, que es el Comandante en jefe de EE.UU., poder ejecutivo para decidir dónde desplegar las tropas y cuántas enviar a otros países.

"El Congreso no se puede arrogar esta autoriza a sí mismo directamente o indirectamente como se pretende en las restricciones de gasto", dijo.

Asimismo se quejó de que la legislación coarte la capacidad presidencial de preservar la seguridad nacional "limitando arbitrariamente la cantidad de fondos para construcciones militares que pueden ser empleados para responder a una emergencia nacional".

"En un momento en que los adversario tienen medios de atacar directamente el país, el presidente debe ser capaz de salvaguardar al pueblo estadounidense sin tener que esperar la autorización del Congreso", advirtió.

En los últimos 59 años, ningún presidente de EE.UU. se ha opuesto a aprobar el presupuesto de defensa, algo que los legisladores del Partido Republicano han afirmado que es un deber patriótico.

La ley fue sancionada recientemente por la Cámara Baja y el Senado de EE.UU., que podrían anular el voto de Trump, ya que se espera que cuenten con mayorías de dos tercios para hacerlo.

Trump, quien esta tarde se marcha a Florida para pasar las festividades navideñas, llevaba semanas pidiendo a los legisladores republicanos que rechazaran el proyecto de ley por incluir disposiciones a las que se opone y no contener algunas de sus prioridades, como por ejemplo la derogación de la Sección 230.

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Ley de Autorización de Defensa Nacional sirve para financiar las operaciones del Pentágono en el extranjero, e incluía subidas de salario para los soldados, fondos para nuevo equipo militar y para pagar el cuidado sanitario de las tropas.