La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan ha dejado en las últimas 24 horas en Alemania 19.528 casos nuevos y 731 muertos, frente a los 16.643 contagios y los 226 fallecidos de la jornada anterior, según el balance publicado este martes por el Instituto Robert Koch, la agencia gubernamental alemana encargada del control de las enfermedades infecciosas.

Este balance supone un descenso significativo respecto del récord de 33.000 contagios registrado el viernes. Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en territorio germano asciende a 1.530.180 personas contagiadas y 27.006 fallecidos.

En cuanto a las recuperaciones, la cifra asciende a 1.136.700 personas curadas, incluidas unas 21.300 que han recibido el alta en las últimas 24 horas.

Una vez más, las regiones alemanas más afectadas por la pandemia son Renania del Norte-Westfalia (357.928 casos y 5.425 fallecidos), Baviera (292.735 contagiados y 5.802 muertos) y Baden-Wurtemberg (214.466 positivos y 4.101 víctimas mortales). En Berlín el balance se eleva a 88.029 personas contagiadas y 1.145 decesos.

En este contexto, el Gobierno alemán pidió el domingo a la ciudadanía que se prepare para el hecho de que "los meses de enero y febrero sean seguramente aún los más duros de esta pandemia".

De forma paralela, advirtió de que el país se encuentra actualmente en la fase "más difícil" de la crisis derivada de la pandemia de COVID-19.

"Ahora tenemos una situación tan difícil como aún no se había dado en el país durante esta pandemia", dijo el portavoz del Ejecutivo germano, Steffen Seibert, antes de asegurar que ese es el motivo por el que se han adoptado medidas restrictivas.

Seibert también se refirió a las vacunas contra la enfermedad y señaló que dan "luz al final del túnel". No obstante, recordó que, durante los primeros meses, las vacunas no llegarán a una gran parte de la población y que la inmunización será paulatina.