La Unión Europea seguirá negociando mientras crea que hay opciones para alcanzar un acuerdo con Reino Unido que evite la ruptura a las bravas el próximo 31 de enero, a pesar de que sigue habiendo grandes diferencias en asuntos clave como el acceso pesquero a las aguas británicas y los socios de la UE preparan sus planes de contingencia para tratar de minimizar los daños en caso de fracaso de las negociaciones.

"Todos los plazos se han agotado pero seguimos negociando porque nos parece lo correcto", ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, cuyo país ocupa asume hasta final de este mes la presidencia de turno de la Unión Europea, en una rueda de prensa acompañado por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, quien no ha querido hacer comentarios sobre la última fase del Brexit.

El jefe de la diplomacia alemana ha defendido que "hay que seguir negociando mientras existan posibilidades" de acuerdo, aunque "en paralelo" los Veintisiete se preparen con medidas de emergencia para evitar un divorcio "desordenado".

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha defendido que los negociadores agoten todos los plazos a pesar de estar a apenas tres semanas de la desconexión porque, ha dicho, en los últimos días se han producido "movimientos" y el periodo de transición que mantiene el 'statu quo' expira el 31 de diciembre.

La jefa del Ejecutivo comunitario tenía previsto viajar a París para participar en un panel con motivo del 60 aniversario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero finalmente ha anulado su desplazamiento para mantenerse cerca de las negociaciones en Bruselas.

En una intervención por vía telemática, Von der Leyen ha reiterado que si Reino Unido quiere tener acceso sin restricciones al Mercado Único "será bienvenido" siempre que lo haga siguiendo las mismas reglas que la UE, porque las alternativas tienen un "precio" y es el de aranceles y cuotas de acceso al mercado.

La política alemana y el primer ministro británico, Boris Johnson, decidieron tras una conversación telefónica el domingo mantener las negociaciones a pesar de las dificultades y pidieron a sus respectivos negociadores, el europeo Michel Barnier y el británico David Frost, un "último esfuerzo" a pesar del "agotamiento" por la falta de resultados después de casi un año de conversaciones.

Aunque los escollos fundamentales siguen siendo tres -reglas de competencia iguales, acceso a las aguas y gobernanza-, Bruselas y Londres decidieron este fin de semana mantenerse en la mesa de negociaciones al constatar que se han logrado "algunos avances" en lo que a las reglas de competencia se refiere, incluido sobre e mecanismo para gestionar divergencias que reclama la UE.

Sin embargo, Barnier ha trasladado a los Veintisiete en una reunión con los embajadores de los estados miembro ante la UE que el consenso en materia pesquera "sigue estando muy lejos", según fuentes europeas. Así las cosas, los europeos no descartan ningún escenario, desde el más optimista que implicaría el entendimiento a tiempo al salvar el obstáculo de la pesca hasta el fracaso de las negociaciones, pasando por una situación intermedia en la que se alcance un acuerdo pero no a tiempo de que sea adoptado y ratificado antes de la ruptura total.

"Paciencia, calma y respeto"

A primera hora de la mañana, Barnier expresó ante los periodistas que esperaban a su llegada a la reunión con los embajadores la voluntad de mantener "la paciencia, la calma y el respeto hasta el final" para tratar de salvar las diferencias y alcanzar un acuerdo que garantice una competencia "libre y justa" y un acceso recíproco a las aguas y a los mercados.

Tras informar a los Veintisiete y, a continuación, a los eurodiputados de la comisión parlamentaria que sigue las negociaciones, el político francés ha insistido en que es responsabilidad de ambas partes "darle a las negociaciones todas las opciones posibles de éxito", al tiempo que ha subrayado que nunca antes la UE ha negociado un pacto comercial tan ambicioso en tan poco tiempo.

"Los próximos días son importantes si se quiere un acuerdo UE Reino Unido en marcha el 1de enero de 2021", ha escrito Barnier en su cuenta oficial de Twitter, para después insistir en que las garantías para una competencia justa y una solución "duradera" para la cuestión pesquera son elementos "clave" para desbloquear la situación.

Los negociadores europeos y británicos seguirán por tanto en Bruselas los próximos días para tratar de salvar un acuerdo de mínimos que asegure algún tipo de marco legal a las relaciones bilaterales a partir del 1 de enero, cuando deje de aplicarse el periodo de transición y Reino Unido sea plenamente un país tercero.

Tanto Bruselas como Londres se resisten a poner una fecha precisa al momento en que será ya demasiado tarde para cerrar un acuerdo a tiempo y aseguran que negociarán hasta el ultimísimo momento, pero las partes asumen ya también que ello no será viable si las conversaciones no se resuelven esta semana.

Por ello, la Comisión Europea ha presentado ya medidas de contingencia limitadas en su alcance y en el tiempo para mitigar los daños de un Brexit sin acuerdo en sectores más vulnerables como el aéreo o el pesquero, aunque necesitan aún el visto bueno del Consejo y de la Eurocámara, que los votará el viernes si para entonces sigue sin haber acuerdo de futuro.