La pandemia del coronavirus ha dejado en las últimas 24 horas en Alemania 20.200 nuevos casos positivos (frente a los 28.438 casos del sábado) y 321 decesos (por 496 muertos en la víspera), cada vez más lejos del récord de fallecidos de esta semana, pero un balance que eleva de todos modos el total de contagios a 1,3 millones de personas y los fallecidos, a más de 21.700.

Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en territorio germano asciende a 1.320.716 personas contagiadas y 21.787 decesos, dos después del récord de 598 fallecidos diarios del jueves al viernes, según el balance publicado este domingo por el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental alemana encargada del control de las enfermedades infecciosas.

En cuanto a las recuperaciones, la cifra asciende a 967.900 personas curadas, incluidas 10.400 que han recibido el alta en las últimas 24 horas.

Las regiones alemanas más afectadas por la pandemia son Renania del Norte-Westfalia (314.937 casos y 4.455 fallecidos), Baviera (256.903 contagiados y 4.848 muertos) y Baden-Wurtemberg (186.044 positivos y 3.400 víctimas mortales). En Berlín el balance se eleva a 78.248 personas contagiadas y 813 decesos.

En este contexto, el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, ha hecho un llamamiento para no esperar hasta después de Navidad para endurecer las restricciones vigentes para frenar la pandemia del nuevo coronavirus.

"La única posibilidad de volver a controlar la situación es un cierre, pero debe ser puesto en marcha de inmediato", ha afirmado el ministro, en declaraciones publicadas por el semanario 'Der Spiegel'.

Seehofer ha advertido de que si se espera hasta después de las fiestas de fin de año, Alemania tendrá que lidiar con altas cifras de contagios durante meses. El titular de Interior se ha mostrado molesto por el hecho de que se hayan desperdiciado los logros alcanzados en primavera, cuando la cifra de casos se mantenía en un nivel relativamente bajo.

A su juicio, este cambio de tendencia se debe no a que los ciudadanos no hayan sido disciplinados sino a que las medidas no han sido suficientes. Se espera que la canciller alemana, Angela Merkel, se reúna este domingo con los 16 primeros ministros de los estados federados para debatir una postura común a nivel nacional.

Los Gobiernos regionales acordaron un confinamiento parcial a principios de noviembre, que llevó a cerrar bares, restaurantes e instalaciones de ocio en todo el país. Solo se permiten reuniones de personas de dos viviendas, mientras que las tiendas y las escuelas permanecen abiertas.

Sin embargo, estas medidas no han logrado frenar la segunda ola de contagios en Alemania. Antes de las conversaciones con Merkel, el primer ministro de Baden-Wurtemberg, Winfried Kretschmann, ha anunciado que su estado entrará en cuarentena después de Navidad, al menos hasta el 10 de enero.

Otras regiones han respondido a los brotes más recientes de coronavirus con prohibiciones de consumo de alcohol y de salir a la calle durante la noche o incluso con limitaciones más estrictas.

El alcalde de Berlín, Michael Müller, también se ha mostrado a favor de cerrar los comercios y de prolongar las vacaciones de Navidad o reanudar las clases a distancia. Markus Söder, primer ministro de Baviera, ha planteado un cierre similar que se pondría en marcha inmediatamente después de Navidad y que duraría "el tiempo que sea necesario", según ha contado a DPA.

Sajonia, en el este de Alemania, fue una zona relativamente indemne a la pandemia durante meses, pero ahora es el estado más afectado del país y ya ha anunciado que las escuelas, guarderías y tiendas no esenciales cerrarán a partir del lunes.