El Senado de Estados Unidos aprobó este viernes el presupuesto de defensa por valor de 741.000 millones de dólares pese al desacuerdo del presidente saliente, Donald Trump, quien se opone a esa legislación por no acabar con unas protecciones legales para los gigantes tecnológicos.

La decisión del Senado, donde tienen mayoría los republicanos, supone un revés para Trump debido a los contundentes números de la votación: 84 senadores se posicionaron a favor y solo 13 en contra, de manera que la iniciativa será aprobada incluso si el presidente la veta.

La legislación, que ya recibió esta semana el aval de la Cámara de Representantes, sirve para financiar las operaciones del Pentágono en el extranjero e incluye subidas de salario para los soldados, fondos para nuevo equipo militar y para pagar el cuidado sanitario de las tropas.

Trump se opone a la legislación y amenazó con vetarla porque no incluye una provisión para acabar con la llamada "Sección 230", que protege a los gigantes de internet como Twitter y Facebook de cualquier consecuencia legal por lo que terceras partes publican en sus sitios web.

El mandatario ha acusado a esas compañías de favorecer a los demócratas y de censurar las ideas conservadoras, algo que no es cierto y que las empresas afirman es parte de su estrategia contra la desinformación.

Facebook ha sido más cauto a la hora de poner coto en su plataforma a contenido divulgado por grupos conservadores o el propio Trump; pero Twitter ha marcado como "disputados" números mensajes del mandatario e, incluso, informa a los usuarios de que algunos de sus tuits sobre las elecciones pueden no ser ciertos.

Asimismo, el presidente ha amenazado con vetar la legislación porque incluye una provisión para cambiar el nombre de una decena de bases militares bautizadas en honor a generales confederados y defensores de la esclavitud.

El texto también incluye provisiones que permitirían a Trump imponer nuevas sanciones sobre Turquía por comprar armamento ruso y sobre aquellas compañías implicadas en el gasoducto Nord Stream 2, que haría llegar gas natural ruso a Alemania y permitiría al Kremlin sortear Ucrania.

En los últimos 59 años, ningún presidente de EEUU se ha opuesto a aprobar el presupuesto de defensa, algo que los legisladores de su propio partido afirmaron que supone un deber patriótico.

Por ejemplo, el jefe del comité de las Fuerzas Armadas del Senado, Jim Inhofe, hasta hace poco aliado del presidente, ha calificado la legislación como "la más importante del año".