El tráfico en un puente en la ciudad china de Wuhan fluye de manera constante cerca de los niveles previos a la pandemia. En el mercado, cientos de compradores abarrotan las calles, empujándose para comprar verduras y pescado fresco.

Casi un año después de que la ciudad reportara los primeros casos de COVID-19 en el mundo e incluso cuando la mayoría de los países sufren con dureza los rigores de la pandemia, la vida en Wuhan ha vuelto en gran medida a la normalidad.

Quedan pocos indicios del papel inicial de Wuhan en la pandemia de coronavirus. China alertó por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre 27 casos de "neumonía viral" en Wuhan el 31 de diciembre. Wuhan no ha registrado nigún caso de transmisión local en varios meses y ahora no se diferencia de otras ciudades chinas con calles comerciales abarrotadas, atascos de tráfico y grandes concentraciones en parques locales. A su vez, el uso de mascarillas no es obligatorio, pero la mayoría de las personas la llevan en público.