Italia registró 34.505 nuevos contagios de coronavirus en las últimas veinticuatro horas, el mayor dato jamás registrado, y los muertos fueron 445, la peor cifra en seis meses, según el boletín divulgado hoy por el Ministerio de Sanidad.

Los 34.505 nuevos contagios marcan un nuevo récord de la crisis en Italia, aunque también ahora se hacen muchas más pruebas que en los pasados meses. Hoy se realizaron más de 219.000 en todo el país.

En Italia se han contagiado 824.879 personas desde mediados de febrero, de las que 40.192 han perdido la vida.

Además, sigue creciendo la presión en los hospitales. De las 472.384 personas enfermas con la COVID-19, casi 26.000 se encuentran ingresadas, 1.239 más que la víspera, y 2.391 requieren cuidados intensivos, un aumento de 99 frente al día anterior.

Con estas cifras, a partir de esta medianoche y hasta el 3 de diciembre se impondrá en todo el territorio nacional un toque de queda entre las 22.00 y las 5.00 locales para tratar de contener la expansión de la pandemia.

Además entrará en vigor un sistema que divide el país en tres zonas de riesgo y que aísla y confina las regiones más azotadas: Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta y Calabria, esta última no por los casos que registra sino por su deficiente sistema sanitario.

Los gobernadores de estas regiones clasificadas "zonas rojas" en el último decreto del Gobierno italiano, como Lombardía, han expresado su indignación por la medida, mientras que otras regiones como Campania piden que se extienda el confinamiento a nivel nacional.

El presidente lombardo, Attilio Fontana, calificó de "bofetada para todos los lombardos" esta decisión y discutió los parámetros que han guiado al Ejecutivo para incluir su región en la zona roja, entre los que se incluyen la capacidad de los hospitales.

Por su parte, el presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, asesor del Gobierno en esta crisis, comprendió estas críticas pero aseguró que el país se encuentra "en una fase de transición con repuntes y había que intervenir" para controlarlos.

Entre tanto, la mayor parte de las regiones de Italia, como Lacio, con Roma como capital, están catalogadas como de riesgo moderado: se aplica el toque de queda, se han cerrado los cines, teatros, museos o gimnasios y los bares y restaurantes solo abren hasta las 18.00.