La noche no auguraba que fuera a ser corta. La ingente cantidad de voto adelantado y por correo hacía prever que los resultados finales tardarían en llegar. A esa incertidumbre se ha sumado esta madrugada la rueda de prensa de Donald Trump para declarar su victoria con millones de votos aún por escrutar. Un coctel perfecto que ha dejado una noche de vértigo en Estados Unidos, donde esperan con tensión el recuento final para saber quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Y, sobre todo, para saber cuál será el rubo del país en los próximos años.

El comienzo del recuento recordó, en parte, a la noche electoral de 2016. Hace cuatro años, la candidata demócrata, Hillary Clinton, arrancó con fuerzas, pero poco a poco fue viendo como el actual presidente de los EE.UU. recortaba distancia y se hacía con 304 de los votos electorales. A lo largo de esta madrugada se ha temido que ocurriera algo similar y no se descarta que en las próximas horas no se acabe produciendo.

En las primeras horas, el candidato republicano comenzó aventajando a Biden por un escaso margen. Sin embargo, apenas un par de horas después de que se iniciase el recuento, Biden ha cogido la delantera. Con los estados de Vermont (3), Virginia (13), Delaware (3), el Distrito de Columbia (3), Maryland (10), Massachusetts (11) y New Jersey (14), el demócrata se ponía por delante de Trump con 57 delegados electorales. El actual presidente, en cambio, se mantenía con 42 electores gracias a Indiana (11), Kentucky (8), Virginia Occidental (5), Oklahoma (7) y Tennessee (11).

Repitiendo esquemas

Tres horas después, los apoyos recibidos por Biden ya superaban a los votos que obtuvo Clinton en los anteriores comicios. El estado de Nueva York y de Nuevo México se decantaban para el candidato demócrata que ya alcanzaba los 119 votos, aún muy lejos de los 270 necesarios para lograr la presidencia. No obstante, mantenía la distancia con Trump que pese a sumar a Dakota del Norte, Dakota del Sur, Wyoming, Louisiana y Nebraska no alcanzaba el centenar de votos.

A lo largo de la noche, parecía que el reparto de estado que ocurrió en 2016 se iba a repetir a la perfección. Florida, uno de los territorios en liza que en 2016 fue para los republicanos parecía en un primer momento que en un primer momento podía caer del lado de Biden. Sin embargo, finalmente volvía a teñirse de rojo.

Los Estados clave

Ya rozando las 2 de la madrugada en Estado Unidos, el recuento se ha ralentizado y la tensión ha empezado a aumentar. El voto adelantado y por correo hacía que los territorios de Alaska, Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia se quedaran en vilo. En estos estados, que por el momento se desconocen de qué color se teñirán, está la llave de la Casa Blanca en una noche que ha sido de vértigo.