Los egipcios han comenzado a votar el sábado en la primera fase de las elecciones parlamentarias ante la perspectiva de, tal y como ocurriera hace dos meses en el Senado nacional, una victoria de los partidarios del presidente, Abdelfatá Al Sisi.

Casi 63 millones de votantes emitirán su voto en los colegios electorales abiertos durante 12 horas desde su apertura a las 09.00 h en 14 de las 27 provincias de Egipto, incluidas Giza y la provincia costera de Alejandría, durante dos días consecutivos a partir del sábado. La segunda fase está programada para el 7 y 8 de noviembre en las 13 provincias restantes, incluida la capital, El Cairo.

No se esperan resultados finales hasta mediados de diciembre.

Los contendientes están compitiendo por un total de 568 asientos en juego en las dos etapas de las urnas. Al-Sisi nombrará 28 escaños, o el 5%, con lo que el número total de miembros de la cámara asciende a 596. Hay que tener encuenta que más de 4.500 candidatos se postulan como independientes y en listas de alianzas de partidos. En general, se les considera partidarios del presidente, que ha gobernado Egipto desde 2014.

La votación tiene lugar más de dos meses después de la elección del nuevo Senado, ocupado en su mayoría por los leales al Gobierno. La oposición a Al Sisi pronostica que el nuevo Parlamento respaldará, sin ningún tipo de disidencia, las políticas del gobernante.

La represión de los opositores en Egipto se ha saldado en los últimos años con cientos de arrestos de activistas y blogueros acusados de difusión de noticias falsas y colaboración con el grupo islamista ilegalizado Hermanos Musulmanes.

Los grupos de defensa de los Derechos Humanos han señalado al presidente por esta persecución. Al Sisi llegó a la Presidencia tras el golpe de Estado que lideró él mismo en 2013 contra el presidente Mohamed Mursi, islamista y primer presidente elegido democráticamente en décadas.