Texas ha decretado estado de emergencia ante la amenaza que representa una ameba comecerebros detectada en el suministro de agua de un condado costero que provocó la muerte de un niño de 6 años a principios de este mes.

El gobernador Greg Abbott emitió el domingo una declaración de emergencia en el condado de Brazoria después de que se encontrara 'Naegleria fowleri', una ameba microscópica, en el suministro de agua de la ciudad de LakeJackson, en el área metropolitana de Houston.

"No escuchas sobre estas cosas hasta que te suceden. No crees que serás ese 1 entre 72 millones hasta que te ocurre", ha lamentado María Castillo, la madre del niño que murió después de contraer una infección cerebral causada por la ameba, en un post de Facebook.

Las autoridades han comenzado una investigación sobre el suministro de agua local en el lago Jackson para hallar la ameba. La familia del menor había indicado dos posibles fuentes de agua en el lago Jackson en las que el muchacho podría haber estado expuesto a la ameba, una almohadilla para salpicaduras de la ciudad y una manguera en su casa.

Las pruebas en el agua de estos y otros lugares detectaron la ameba 'Naegleria fowleri' en tres de las 11 muestras, según la declaración del Gobierno de la ciudad. Por eso, las autoridades están instando a los residentes del lago Jackson a hervir el agua del grifo para beber y cocinar.

En España se dio un caso similar en 2018, cuando una menor de 10 años se infectó en una piscina de Toledo, aunque afortunadamente sobrevivió.

¿Qué es la 'ameba comecerebros'?

La conocida científicamente como 'Naegleria Fowleri' es una ameba que prolifera en aguas cálidas dulce y estancadas. Los lagos, estanques o aguas termales suelen ser los lugares más típicos en los que se puede encontrar, pero también se ha detectado en piscinas climatizadas, como es el caso de la menor toledana.

Este microorganismo puede infectar a las personas que se bañen en esas aguas y causarles una meningoencefalitis amebiana. Esta enfermedad poco frecuente afecta al sistema nervioso central, por lo que este parásito es popularmente conocido como 'ameba comecerebros'.

La principal vía de contagio de la 'Naegleria Fowleri' es a través de las fosas nasales. Desde ahí penetra hasta el bulbo olfatorio del cerebro, donde (tras un periodo de entre 3 y 7 días de incubación) comienza a alimentarse de tejido nervioso.

Aunque las infecciones por 'Naegleria fowleri' son raras, la tasa de mortalidad es superior al 97%. Sólo cuatro de las 145 personas infectadas en Estados Unidos entre 1962 y 2018 han sobrevivido, según los CDC.

Los síntomas de la 'ameba comecerebros'

Los primeros síntomas de la 'ameba comecerebros' pueden confundirse con los de una gripe común ya que suelen ser dolores de cabeza, fiebre, náuseas, congestión nasal o rigidez en la nuca. Tres o cuatro días después de que empiecen a aparecer dichos síntomas, la persona afectada empeora puede experimentar convulsiones, pérdida del equilibrio y del control corporal, delirios, confusión, comportamiento anormal e incluso coma irreversible.

Después del coma, en la gran mayoría de los casos, se produce finalmente la muerte por paro cardio-respiratorio o edema pulmonar. Y es que la 'ameba comecerebros' tiene una tasa de mortalidad estimada de un 95%, según el INSHT.

Las personas que fallecen por la 'Naegleria Fowleri' suelen hacerlo entre siete y diez días después de la infección. La rapidez con la que avanzan los síntomas complica la labor de los médicos y hace que muchos casos se diagnostiquen post-mortem.

¿Cómo evitar su contagio?

Pese a ser un microorganismo que prolifera en multitud de zonas, el contagio de la 'ameba comecerebros' es poco frecuente y se conocen muy pocos casos. Ya que, aunque su presencia en el agua es común, no lo es su infección.

Aunque no existe un método exacto para prevenir su contagio, no está de más recordar que no se transmite de una persona a otra y que no te contagiarás si estás con alguien infectado.

Pero como en todos los casos, el mejor método es la prevención. Al tratarse de una ameba que se encuentra en aguas calidas y dulces, intenta evitar bañarte en este tipo de lugares, especialmente en verano cuando las temperaturas aumentan. Si no puedes evitarlo, vigila la cantidad de agua que entra por la nariz y evita las piscinas contaminadas o mal conservadas.