Más de 100.000 manifestantes han tomado este domingo las calles de las principales ciudades de Bielorrusia para protestar contra el presidente, Alexander Lukashenko, y para la "toma de posesión del pueblo" simbólica de la líder de la oposición, Svetlana Tijanovskaya, exiliada fuera del país.

"¡'Sveta' es nuestra presidenta!", "¡Esta es nuestra ciudad!" o "¡Larga vida a Bielorrusia!", han coreado los manifestantes concentrados en la capital, Minsk.

La manifestación de este domingo es en respuesta a la ceremonia de toma de posesión protagonizada el miércoles por Lukashenko, que ha provocado la indignación de parte de la población y ha fomentado la participación en las protestas.

Este domingo han vuelto a salir a la calle los agentes con verdugo y sin identificación para cargar contra los manifestantes en ciudades como Gomel y Hrodno, en el que supone ya el 50º día consecutivo de protestas. Hasta primera hora de la tarde el Ministerio del Interior había contabilizado unas 200 detenciones, pero se espera que la cifra aumente.

La oposición ha denunciado que las autoridades han vuelto a bloquear el acceso a Internet y han cerrado varias estaciones de metro para intentar restar apoyo a la protesta.

Los militares han tomado posiciones en torno al Palacio de la República, mientras que en las calles cercanas se han desplegado cientos de paramilitares con furgones para detenidos. El palacio presidencial está fortificado por temor a un asalto a la residencia oficial de Lukashenko.

Mientras, en Gomel las autoridades han informado de que han advertido de que utilizarían bengalas y cañones de agua.

Por su parte, Tijanovskaya ha destacado la valentía de los manifestantes ante las amenazas. "Nos hemos reunido para parar a este régimen y lo haremos pacíficamente", ha afirmado en un vídeo difundido este domingo. "Somos millones y por eso vamos a ganar", ha remachado.