Una de las cosas que hizo el izquierdista Andrés Manuel López Obrador al llegar a la presidencia de México fue crear el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. En su afán por convertirse en adalid contra el despilfarro, el mandatario, popularmente conocido como AMLO, no dudó en arrancar una iniciativa que se ha convertido en el culebrón del último medio año en México, solamente superado por la durísima realidad de la COVID. Para denunciar el gasto descomunal, los conservadores Felipe Calderón, primero, y Enrique Peña Nieto, después, a AMLO no se le ocurrió otra cosa que rifar el avión presidencial de sus antecesores, dando pábulo para rato a quienes le tachan de populista.

No preveyó el madatario que los bienes públicos no se pueden sortear ni donar. Pero lejos de abandonar la idea fue más allá y mantuvo la rifa por el valor del avión presidencial, fijado en 95 millones de dólares. El sorteo se celebró este lunes a pesar de que la aeronave en cuestión no ha podido ser vendida todavía y colecciona ya los rechazos de EEUU y Canadá. Descansa desde hace dos años en un hangar de la Fuerza Aérea Mexicana, una instalación que el presidente tampoco dudó en ceder a aquel ciudadano que ganara el avión.

"Un palacio para los cielos", describía López Obrador la aeronave de lujo, "un insulto para el pueblo de México habiendo tanta necesidad y pobreza". AMLO, que llevó a cabo comparecencias de prensa dentro del avión para enseñarlo públicamente, siempre ha sostenido que ese dinero debe retornar a los mexicanos. "Es un ejemplo de los excesos que se cometieron", abundó en refencia a la gestión de sus antecesores neoliberales.

Seis millones de 'cachitos'

Los cachitos , como se han bautizado los seis millones de boletos con la imagen del avión estampada para la rifa del Gran Sorteo Especial 235, se han pagado a 500 pesos cada uno (cerca de 20 euros) y el centenar de ganadores serán premiados con 20 millones de pesos la unidad (unos 800.000 euros). Los premios suponen dos tercios del montante recogido y el resto, como se ha encargado de explicar por activa y por pasiva el presidente, estará destinado a compra de equipos médicos.

Si los boletos premiados no han sido vendidos, el premio repercutirá en los servicios sanitarios. Empezaron a comercializarse a principios de marzo pero la venta ha estado paralizada más de tres meses por la pandemia de coronavirus. El sorteo se realizó ayer con un 70% de cupones vendidos.

"Con el avión, una vez más López Obrador explota el uso de los símbolos para tener una rentabilidad política. Lo que le importa es decir vean los lujos y privilegios de antes frente a mi austeridad",argumentó a la agencia AFP José Antonio Crespo, historiador y analista político.